El thriller político de cinco episodios Rehén presenta un incisivo retrato del liderazgo bajo presión, desarrollado en un contexto donde la autoridad colisiona con la vulnerabilidad personal. Suranne Jones interpreta a la recién elegida primera ministra británica, Abigail Dalton, enfrentada a un dilema extremo cuando su esposo es secuestrado durante una cumbre diplomática con Francia. Al mismo tiempo, Julie Delpy da vida a la presidenta francesa Vivienne Toussaint, cuya posición política se ve amenazada por un caso de chantaje. A medida que los acontecimientos se intensifican, ambas mandatarias deben negociar una frágil alianza que pone en riesgo sus convicciones morales y sus carreras.
Jones, que además ejerce como productora, aporta una precisión implacable a la construcción psicológica de Dalton, ofreciendo una interpretación marcada por la contención y el conflicto interno. Delpy, por su parte, brinda un retrato igualmente matizado, mostrando el equilibrio entre la fachada pública de Toussaint y su agitación ideológica privada, especialmente bajo la presión creciente de fuerzas populistas y tensiones geopolíticas.

El guionista Matt Charman, responsable de El puente de los espías (Bridge of Spies) y Traición (Treason), articula la narrativa en torno a las lealtades divididas de las protagonistas: hacia la familia, hacia el deber nacional y hacia la otra. El guion privilegia la tensión psicológica sobre el espectáculo, escalando los conflictos de forma que permanecen íntimamente ligados a la vida interior de los personajes, sin dejar de exponerlos a crisis institucionales de gran alcance.
Las directoras Isabelle Sieb y Amy Neil dotan a la serie de una precisión cinematográfica que intensifica el suspense atmosférico, recurriendo con frecuencia al aislamiento espacial, la iluminación tenue y un ritmo cuidadosamente controlado. Esta estética subraya el aislamiento psicológico de líderes en crisis y transmite una sensación constante de amenaza latente, donde cualquier mirada o pasillo podría esconder traición o peligro.
Las interpretaciones secundarias completan la representación del entramado de poder e intimidad: Ashley Thomas encarna al esposo secuestrado, aportando una urgencia palpable al eje emocional de la trama. Lucian Msamati y Jehnny Beth dan vida a los jefes de gabinete, lidiando con fricciones institucionales y parálisis operativa. James Cosmo, como el padre enfermo de Dalton, ofrece una interpretación cargada de empatía que humaniza el peso que soporta la primera ministra, recordando que la responsabilidad política siempre se entrelaza con las obligaciones familiares.
En el contexto del renovado interés por los thrillers políticos, Rehén se inscribe en una tendencia que dramatiza la fragilidad del liderazgo democrático, donde lo interpersonal se convierte en geopolítico. La serie retrata a figuras políticas no como arquetipos, sino como individuos emocionalmente complejos enfrentados a situaciones límite. Participa así de un giro contemporáneo del género hacia la autenticidad, rechazando el heroísmo simplista en favor de un realismo centrado en los personajes.
Quien busque un thriller que privilegie el realismo psicológico y la disciplina formal—renunciando a la acción sensacionalista en favor del suspense silencioso y la confrontación ética—encontrará en Rehén una obra precisa y rigurosa. No ofrece respuestas fáciles, sino un examen sobrio del liderazgo en circunstancias extremas.
La serie se estrena a nivel mundial en Netflix el 21 de agosto de 2025.

