Maria Lassnig: “Self with Dragon” examina los límites de la conciencia corporal en Hauser & Wirth Hong Kong

Maria Lassnig Studio Maxingstraße, Vienna, 1983 © Maria Lassnig Foundation
Lisbeth Thalberg
Lisbeth Thalberg
Periodista y artista (fotógrafa). Editora de la sección de arte en MCM.

Las pinturas y dibujos tardíos de Maria Lassnig convierten el cuerpo en un instrumento de conocimiento más que en un mero objeto de representación. Una muestra en Hong Kong reúne obras sobre lienzo y papel realizadas entre 1987 y 2008 y consolida la investigación que la artista denominó “conciencia corporal”: la convicción de que la sensación—presión, dolor, respiración, peso—constituye un fundamento más fiable para la imagen que el espejo o la cámara. La selección pone autorretratos en diálogo con máquinas, animales y estructuras abstractas, y traza cómo los estados interiores desplazan la “imagen retiniana” por una evidencia somática.

El núcleo de la exposición es “Selbst mit Drachen (Self with Dragon)” (2005), donde una criatura mítica aparece menos como antagonista que como extensión del yo. Lassnig plantea el dragón como un registro de tensiones: la corporización de fuerzas intrusivas que son a la vez internas y externas. Esta negociación, entre la amenaza y el reconocimiento, reverbera en las obras colindantes, donde los cuerpos aparecen truncados, hibridados o conectados a dispositivos no como efecto retórico, sino para anotar la sensación en su punto de origen.

“Viktory (Victory)” (1992) destila esa lógica en una geometría emblemática. Una amplia “V” angular—al mismo tiempo postura y signo—estructura el campo y fusiona el sentir corporal con una arquitectura simbólica. La letra funciona como andamiaje de la emoción, muestra cómo los sistemas de signos moldean la experiencia del cuerpo. Más que un triunfo, el lienzo se lee como un diagrama de firmeza bajo presión.

Varios óleos avanzan hacia la abstracción sin renunciar al yo. En “Selbst abstrakt I / Bienenkorb Selbst (Self Abstract I / Beehive Self)” (1993), la cabeza adopta la ventilación y el volumen de una colmena, un receptáculo cargado de zumbido, calor y presión. “Selbst als Blüte (Self as a Flower)” (1993) alinea la carne envejecida con una estructura botánica, no de forma sentimental sino analítica, y propone una continuidad entre anatomías humanas y vegetales. Estas obras funcionan como cortes transversales del sentir: convierten hinchazón, latido y contracción en forma.

El conjunto de trabajos sobre papel ancla la presentación en el presente. Para Lassnig, el dibujo opera como un sismógrafo—lo más cercano al instante—permitiendo que una única línea registre el tránsito de la soledad a la relación. En “Liegende (Reclining Figures)” (2000) y “Liebespaar (Lovers)” (2003), las figuras se aproximan y se separan sin fijarse en un contorno estable. “Mr and Mrs Kliny” (2004) mantiene esa ambigüedad y bosqueja una pareja cuyos equilibrios permanecen deliberadamente abiertos. Hojas monocromas como “Ober und Unterkörper (Torso and Lower Body)” (1990) y “Die Vielfalt (Diversity)” (2003) reducen la figura a puntos de presión; la sobriedad deviene estrategia, aislando curvaturas y compresiones que el color podría sobredeterminar. La autonomía que la artista atribuía a cada dibujo—no como paso previo hacia un óleo “definitivo”—refuerza la ética de la atención que atraviesa la muestra.

En conjunto, estas pinturas y dibujos sostienen que la sensación es conocimiento y que el cuerpo es una superficie porosa donde el mundo deja sus huellas. Máquinas, animales y signos alfabéticos no son atrezzo externo, sino lenguajes con los que el yo mide el impacto. Los híbridos y fragmentos resultantes son instrumentos, no restos: herramientas calibradas para registrar intensidades que el retrato convencional suele obviar. La contención del dispositivo expositivo—selección ajustada, lectura limpia, yuxtaposiciones mesuradas—permite que cada obra funcione como un estudio de percepción, con un protocolo propio para traducir un estado interno a forma visible.

Lo que emerge no es un rechazo de la semejanza, sino su redefinición. Lassnig pinta lo que se siente al habitar una cabeza, no cómo se ve; dibuja una relación como una variación de contorno más que como escena narrativa. En el proceso, ensancha el vocabulario del autorretrato e incorpora diagramas, emblemas y proxies míticos como registros legítimos del yo. El resultado es un corpus que busca la precisión—entendida como fidelidad a la experiencia—renunciando a las comodidades de la descripción óptica.

Sede y fechas: Hauser & Wirth Hong Kong — 26 de septiembre de 2025 a 28 de febrero de 2026.

Maria Lassnig. Viktory
Maria Lassnig. Viktory(Victory). 1992. Oil on canvas. 200 x 145 cm / 78 3/4 x 57 1/8 in. © Maria Lassnig Foundation. Courtesy the Foundation and Hauser & Wirth
Maria Lassnig. Liebespaar(Lovers)
Maria Lassnig. Liebespaar(Lovers) 2003. Pencil and acrylic on paper. 43.8 x 59.8 cm / 17 1/4 x 23 1/2 in. 63 x 80 x 3.5 cm / 24 3/4 x 31 1/2 x 1 3/8 in(framed). Photo: Jorit Aust. © Maria Lassnig Foundation. Courtesy the Foundation and Hauser & Wirth
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