MUSAC presenta “Yoko Ono. Insound and Instructure”

Photograph by Matthew Placek © Yoko Ono
Lisbeth Thalberg
Lisbeth Thalberg
Periodista y artista (fotógrafa). Editora de la sección de arte en MCM.

MUSAC —Museo de Arte Contemporáneo de Castilla y León— presenta un amplio recorrido por la práctica de Yoko Ono, que reúne más de setenta obras en aproximadamente 1.700 metros cuadrados para trazar una trayectoria que transita con fluidez entre la performance, el arte conceptual y participativo, el cine, el sonido, la instalación, la pintura y la fotografía. El título de la exposición, “Yoko Ono. Insound and Instructure”, remite a un momento temprano en la trayectoria de la artista y sintetiza la premisa central del proyecto: la fusión del sonido con la forma basada en instrucciones que ha sustentado su trabajo durante décadas. Aquí, la primacía de la idea —el arte articulado como propuesta, partitura o invitación— prevalece sobre la materialidad del objeto.

Comisariada por Jon Hendricks, Connor Monahan y Álvaro Rodríguez Fominaya, la muestra se presenta como el despliegue más extenso de Ono en España en los últimos años. El recorrido propuesto por los comisarios va de los periodos formativos a las etapas de madurez, poniendo en diálogo piezas canónicas con entornos participativos y obras más recientes. A lo largo del itinerario, no solo se ofrece una panorámica de medios, sino también un hilo conductor que vertebra la obra de Ono: el papel activo del público a la hora de realizar o completar la obra.

Yoko Ono, DOORS, 2011.
Vista de la instalación en WAR IS OVER if you want it, MCA Sydney, Sídney, Australia, 2013
Fotografía de Alex Davies
© Yoko Ono
Yoko Ono, DOORS, 2011. Installation view at WAR IS OVER if you want it, MCA Sydney, Sydney, Australia, 2013.
Photograph by Alex Davies
© Yoko Ono
Installation view of Yoko Ono’s Doors, 2011, at WAR IS OVER if you want it, MCA Sydney, Sydney, Australia, 2013. Photograph by Alex Davies © Yoko Ono

La selección destaca varios hitos tempranos que moldearon el lenguaje de la performance y del arte conceptual. “Cut Piece” se sitúa en conversación con otras obras basadas en instrucciones que convierten al espectador en coautor, como “Voice Piece for Soprano” y “Draw Circle Painting”, esta última dependiente de la participación pública para existir plenamente. La exposición incorpora además entornos participativos como “A MAZE”, un laberinto transitable, y “EN TRANCE”, un umbral arquitectónico concebido como prólogo y proposición. Al atravesar estas piezas, el visitante experimenta cómo las instrucciones de Ono se despliegan en situaciones encarnadas —actos de caminar, escuchar, hablar o decidir— mediante las cuales el arte se convierte en una práctica de atención y agencia antes que en un objeto para contemplar.

MUSAC no limita su alcance a los capítulos más célebres. La inclusión de proyectos recientes evidencia la continuidad de motivos que resuenan a lo largo de décadas. “DOORS” e “INVISIBLE FLAGS” prolongan la sostenida implicación de Ono con la paz, la imaginación social y la resignificación de estructuras y símbolos cotidianos. Como en su producción anterior, estas instalaciones recurren a gestos concisos y directivos mínimos que invitan a considerar de qué modo un cambio de percepción puede abrir un espacio para la reflexión colectiva.

El cine, eje fundamental de su práctica, aparece aquí en una constelación acotada. Títulos realizados de forma independiente y en colaboración con John Lennon —entre ellos “Rape”, “Fly” y “Freedom”— subrayan cuestiones presentes en el conjunto de su obra: la intimidad y la exposición, la política de la mirada y de ser mirado, la elasticidad de la percepción en el tiempo. Presentadas junto a piezas-instrucción y entornos participativos, estas películas clarifican la coherencia transmedial del método de Ono. Ya sea en la página, en la sala o en la pantalla, las obras suelen arrancar del lenguaje: un enunciado breve, una partitura, una consigna que establece las condiciones para un acontecimiento. El resultado no es tanto un producto cerrado como una situación activada.

La presentación en León se enmarca en una relectura institucional más amplia del legado de Ono. Grandes museos han dedicado recientemente exposiciones de envergadura a su trabajo, señal de su vigencia en debates contemporáneos sobre participación, autoría, activismo y función social del arte. En este contexto, el proyecto de MUSAC funciona como introducción para públicos nuevos y como encuentro en profundidad para quienes ya conocen las piezas clave, situando a la artista no en los márgenes de la posguerra, sino en el núcleo conceptual y performativo de ese periodo.

Un marco biográfico conciso ayuda a contextualizar la evolución del método basado en instrucciones que anima la exposición. Nacida en Tokio, Ono pasó etapas formativas en Estados Unidos antes de establecerse en Nueva York. Fue la primera mujer admitida en el programa de Filosofía de la Universidad de Gakushuin y posteriormente estudió en Sarah Lawrence College. Integrada en comunidades entrelazadas de artistas y compositores, desarrolló una práctica que privilegiaba ideas y partituras frente a objetos convencionales, invitando al espectador a poner la obra en acto.

En el Lower Manhattan neoyorquino alquiló un loft desde el que, junto con el compositor La Monte Young, organizó acciones y eventos centrales para la emergente escena experimental de la ciudad. Su primera individual, en AG Gallery, presentó “Instruction Paintings”, entre ellas la hoy emblemática “Painting to Be Stepped On”, y realizó una actuación en Carnegie Recital Hall con obras que combinaban movimiento, sonido y voz. De regreso a Tokio ofreció nuevas performances en el Sogetsu Art Center y consolidó un giro decisivo hacia la obra-instrucción: piezas constituidas exclusivamente por indicaciones escritas que sustituyen el objeto material por la idea. En este periodo también realizó una gira con John Cage y David Tudor, que afianzó la intersección entre su arte y la música experimental. El libro Grapefruit destiló el espíritu de este enfoque en un volumen de partituras.

De vuelta en Nueva York, Ono continuó organizando eventos, intervenciones por correo y publicidad, y escribió guiones fílmicos basados en instrucciones mientras dirigía cortometrajes propios. Su invitación a Londres la situó en el entorno del Destruction in Art Symposium y desembocó en exposiciones en Indica y Lisson. Obras-objeto conceptuales como White Chess Set, Apple y Half-A-Room convivieron con una nueva versión de Film No. 4 (Bottoms) y con la serie de actuaciones “Music of the Mind”. En Indica Gallery conoció a John Lennon, con quien inició una colaboración creativa que abarcaría arte, cine y música, así como formas de activismo visibles en el espacio público y mediático.

Junto a Lennon, las estrategias conceptuales de Ono se expandieron en iniciativas de paz de gran visibilidad, entre ellas la campaña “WAR IS OVER! If you want it” y las Bed-Ins for Peace. Estas acciones llevaron la lógica de la instrucción a la esfera cívica: una llamada a imaginar y ensayar relaciones sociales distintas. En los años siguientes, la artista publicó varios álbumes —en solitario y en colaboración— y realizó películas como FLY, Freedom, Rape, Apotheosis e Imagine, además de organizar experimentos museísticos que cuestionaban los límites entre institución y gesto conceptual. La artista ha señalado la música como un anclaje en un periodo vital marcado por turbulencias.

El reconocimiento institucional de su obra visual creció de forma sostenida. Una presentación en el Whitney Museum marcó un renovado interés, seguida de la retrospectiva itinerante Yes Yoko Ono, organizada por Japan Society Gallery y presentada en numerosos espacios internacionales. En Islandia, la IMAGINE PEACE TOWER estableció un monumento permanente al compromiso compartido por la paz. A ello se sumaron un importante galardón a toda su carrera en la Bienal de Venecia y nuevos álbumes que revisitaron y reinterpretaron materiales de distintas épocas. Exposiciones de gran escala en The Museum of Modern Art (Nueva York), el Museum of Contemporary Art (Tokio), Tate Modern (Londres) y la Neue Nationalgalerie (Berlín) han reafirmado la relevancia de su trabajo en el debate contemporáneo.

En las salas de MUSAC, la secuencia curatorial traza con precisión el paso de la escala íntima de una instrucción a la escala arquitectónica de un entorno. El pasaje de entrada de “EN TRANCE” opera como bisagra: una obertura que condensa —umbral, transformación, juego— las preocupaciones de la exposición en una experiencia espacial. “A MAZE” traduce del mismo modo la lógica de una partitura breve al movimiento del cuerpo, invitando al público a desplazarse y no solo observar. En este sentido, la muestra funciona como un manual sobre cómo las ideas de Ono atraviesan formatos: una sola instrucción puede dar lugar a una acción hablada, a un gesto filmado, a una instalación de sala o a una proposición silenciosa impresa en papel que activará la imaginación del lector.

El hilo conductor no es únicamente formal. La insistencia de Ono en que el arte puede ser un vehículo de imaginación social sostiene el abanico de obras reunidas. “DOORS” replantea un objeto cotidiano como un pasaje entre estados —privado y público, cerrado y abierto—, mientras que “INVISIBLE FLAGS” reduce un símbolo político a su idea mínima, invitando a reflexionar sobre pertenencia, nación y responsabilidad. Estas obras no prescriben qué pensar; proponen al espectador considerar cómo pequeños desplazamientos de percepción, repetidos a escala, pueden modificar el tejido de la vida compartida. El mérito de la presentación reside en mantener legible esa ambición a lo largo del tiempo y los medios sin recurrir al espectáculo: un argumento amplio construido desde la economía de medios.

En conjunto, “Yoko Ono. Insound and Instructure” muestra una práctica que se orientó tempranamente hacia la desmaterialización sin abandonar las implicaciones sociales de ese gesto. Al desplegar instrucciones, partituras y propuestas en cine, sonido y espacio, la exposición demuestra cómo una obra puede permanecer abierta —en lo conceptual, lo político y lo formal— sin perder estructura. Al mismo tiempo, reafirma el papel del público como colaborador y extiende la autoría hacia afuera. Esa propuesta, central en la obra de Ono, es también el argumento sostenido de la exposición: el arte como catalizador para imaginar y ensayar cambios, a partir del acto sencillo de atender a una instrucción y decidir qué hacer después.

Lugar y fechas: MUSAC, Museo de Arte Contemporáneo de Castilla y León — exposición abierta del 8 de noviembre al 17 de mayo de 2026. Comisariado: Jon Hendricks, Connor Monahan y Álvaro Rodríguez Fominaya.

Yoko Ono, Imagine Map Piece, 2003
Vista de la instalación en WAR IS OVER if you want it, MCA Sydney, Sídney, Australia, 2013
Fotografía de Alex Davies
© Yoko Ono
Yoko Ono, Imagine Map Piece, 2003. Installation view at WAR IS OVER if you want it, MCA Sydney, Sydney, Australia, 2013.
Photograph by Alex Davies
© Yoko Ono
Installation view of Yoko Ono’s Imagine Map Piece, 2003, at WAR IS OVER if you want it, MCA Sydney, Sydney, Australia, 2013. Photograph by Alex Davies © Alex Davies
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