Pace Gallery presentará land marks, una exposición colectiva de obras nuevas y recientes de 17 artistas que examina cómo la identidad se configura en relación con los entornos que habitamos. Organizada en la sede de la galería en Los Ángeles, la propuesta sitúa habitaciones, paisajes y espacios de reunión como depósitos de memoria que, a la vez, moldean y reflejan al individuo.
Comisariada por Joshua Friedman, vicepresidente de Pace con una larga trayectoria en la comunidad artística de Los Ángeles, la muestra entiende el espacio no solo como una categoría física, sino también como un territorio emocional y psicológico. El planteamiento curatorial sostiene que comprender el yo suele implicar comprender los lugares que lo han cobijado: interiores domésticos, espacios comunitarios y zonas de tránsito donde la presencia, la ausencia y el paso del tiempo dejan huellas.
Enfoque y temas de la exposición
land marks explora la dualidad de la “marca”, concebida aquí como monumental y frágil a la vez—deliberada y también incidental. A lo largo de las obras presentadas, los artistas trazan la inscripción mutua entre las personas y sus alrededores: las huellas que se dejan en el mundo y las impresiones que el mundo deja en el cuerpo y la mente. La exposición entiende la identidad como una superficie donde las experiencias quedan “grabadas”, sugiriendo que los límites entre lo interior y lo exterior son porosos y se reescriben continuamente.
La muestra reúne más de 25 obras con un marcado énfasis en la pintura. Participan Jarvis Boyland, Chioma Ebinama, Janiva Ellis, Jake Grewal, Loie Hollowell, Patricia Iglesias Peco, Li Hei Di, Sophia Loeb, Sarah Martin-Nuss, Marina Perez Simão, Nathlie Provosty, Anne Rothenstein, Kate Spencer Stewart, Reika Takebayashi, Salman Toor, Janaina Tschäpe y Shiwen Wang. En conjunto, estas prácticas interrogan interioridad y exterioridad, memoria y temporalidad, y percepción encarnada—cómo los entornos acumulan significado y cómo esa acumulación moldea la manera en que las personas viven, recuerdan y se desplazan por el mundo.
Obras destacadas y novedades
Varias comisiones y primeras presentaciones vertebran la exposición. Las nuevas pinturas de Loie Hollowell, Li Hei Di y Marina Perez Simão—artistas del programa de Pace—desarrollan lenguajes de abstracción que sitúan en primer plano las relaciones entre experiencia interior y exterior. Sus obras emplean la abstracción como herramienta para cartografiar la frontera entre la percepción corporal y los contextos que la condicionan. En paralelo, una pintura nueva y nunca antes exhibida de la artista afincada en Londres Sophia Loeb indaga en las dimensiones sensoriales del espacio y el paisaje mediante gestos y ondulaciones.
Desde Los Ángeles, artistas como Jarvis Boyland, Patricia Iglesias Peco y Kate Spencer Stewart profundizan en las complejidades emocionales y psicológicas de la interioridad. Sus contribuciones ofrecen lecturas matizadas sobre presencia, vulnerabilidad y transformación ancladas en arquitecturas cotidianas. Desde Nueva York, Janiva Ellis, Sarah Martin-Nuss y Janaina Tschäpe examinan cómo la temporalidad, la memoria y la percepción encarnada modifican la experiencia del lugar, proponiendo que el espacio se reconfigura de forma constante a través del recuerdo y el movimiento.
Un marco curatorial de reciprocidad
La exposición concibe la “tierra” o “territorio” menos como espacio fijo que como un índice de relaciones en evolución. En este marco, habitaciones que alguna vez fueron hogar, lugares de socialización y paisajes abiertos funcionan como acumuladores de significado. Las marcas que las personas dejan—en suelos, paredes, caminos y espacios compartidos—se leen junto a las huellas que esos mismos sitios devuelven. Esta reciprocidad anima el conjunto: sugiere que “conocerse” implica leer tanto las inscripciones hacia fuera como los sedimentos internos que persisten en el tiempo y según el contexto.
Aunque la pintura estructura la selección, la lógica de la presentación es multidisciplinar y geográfica, y reúne artistas en diferentes etapas de su carrera procedentes de Los Ángeles, Nueva York, Reino Unido, Japón, Brasil y Grecia. El hilo curatorial permite la convivencia de tratamientos figurativos y abstracciones especulativas, y traza un territorio compuesto donde se cruzan arquitectura, atmósfera y memoria. El resultado es una sección transversal de prácticas que entienden el espacio como un medio vivo—uno que recibe, registra y devuelve los gestos que ocurren en su interior.
Contexto dentro del programa de Pace
La sede de Los Ángeles prolonga el programa más amplio de Pace, que conjuga el trabajo con legados históricos y la investigación contemporánea. La galería representa a artistas y patrimonios influyentes y mantiene relaciones de décadas con figuras centrales de movimientos como el Expresionismo Abstracto y Light and Space. En paralelo, Pace acompaña las carreras de artistas contemporáneos como Torkwase Dyson, Loie Hollowell, Robert Nava, Adam Pendleton y Marina Perez Simão. Esta doble apuesta—profundidad histórica y pregunta contemporánea—enmarca land marks dentro de una exploración continuada de cómo los artistas cartografían percepción, forma y experiencia.
Bajo su dirección actual, la galería enfatiza la colaboración con espacios colegas y organizaciones sin ánimo de lucro, y apoya la investigación a través de Pace Publishing, un sello dedicado a proyectos que incorporan nuevas voces al registro historiográfico. Instalaciones públicas, performances, iniciativas filantrópicas y otros programas interdisciplinarios completan la actividad, siempre con un enfoque centrado en el artista. La exposición se inscribe en ese conjunto, al destacar prácticas que examinan cómo el espacio se siente, se recuerda y se reimagina.
Pace mantiene una presencia global con varias sedes en Estados Unidos, Europa y Asia, entre ellas dos galerías en Nueva York y un espacio principal en Los Ángeles, además de galerías en Londres, Ginebra, Berlín, Hong Kong, Seúl y Tokio. El espacio de Los Ángeles que acoge land marks forma parte de un compromiso sostenido con la costa oeste, donde la galería ha impulsado prácticas centradas en la percepción y diálogos sobre espacio, luz y entorno.
Lectura de las obras
En el conjunto, los artistas abordan el espacio como tema y método. Algunos lo representan como casi corporal—gradientes, ondulaciones y trazos que evocan estados interiores y umbrales sensoriales. Otros sitúan figuras en habitaciones o paisajes que cargan con el peso de lo vivido, y articulan tensiones entre presencia y pérdida mediante color, composición y superficie. Otros, por su parte, se concentran en la dimensión temporal de la percepción—cómo el tiempo altera lo que el espacio revela y cómo la memoria redibuja el mapa mucho después de que el momento haya pasado. Leídas en conjunto, estas aproximaciones construyen un atlas estratificado en el que la “tierra” de land marks es parte arquitectura, parte atmósfera y parte archivo.
Lejos de fijar un único significado del lugar, la exposición acumula casos—marcas—que invitan a considerar cómo los entornos se convierten en asientos de un libro mayor personal y colectivo. Las obras sugieren que el espacio nunca es neutral: registra los gestos y movimientos que ocurren en él y, a su vez, condiciona cómo esos gestos se sienten, se recuerdan y se interpretan. En este sentido, land marks lee el mundo como un palimpsesto de interacciones, donde identidad y entorno se co-escriben de manera continua.
Lugar y fechas: Pace Gallery, 1201 South La Brea Avenue, Los Ángeles.
Del 1 de noviembre de 2025 al 17 de enero de 2026.
Recepción inaugural: Viernes 7 de noviembre a las 18.00 horas

