“¿Por qué los padres se viven gastando sus energías en recordarte lo idiota que eres como si ellos jamás hubiesen cometido un error? O peor aún, ¿por qué ocultan con tanto ímpetu que alguna vez fueron idiotas?” se cuestiona el protagonista de “No somos tan malos”, la novela de suspenso, crímenes, venganza y misterio, de la autora Ángel Soledad, publicada recientemente por la editorial La Palabra Púrpura.
Con una escritura ágil, fresca y auténtica, la autora nos introduce en las turbulentas profundidades mentales de un hombre, que ebrio y adolorido, despierta en el sofá sucio de su ex-departamento, mientras intenta recordar lo sucedido la noche anterior. ¿Habían desayunado con Ariadna y ahora ella estaba tomando una ducha, o bien ella era un cadáver que se exhibía junto a los restos de cocaína, latas de cerveza y dos botellas de tequila, junto a la mesita?
“Era sábado. En esta ciudad (y en todas, casi puedo jurarlo) es normal ver los sábados a todos resacosos deambulando por las calles, con lentes oscuros, la ropa del día anterior, despeinados y alocados, todos en busca de un supermercado o un restaurante. Las plazas de comida típica se inundan de borrachos y gente con resaca. Todos comen chilaquiles y quesadillas, y el picante invade todos los restaurantes. Todos están tan idiotas y absortos en su malestar, tomándole fotos a sus comidas para presumir de que no se han podido mantener sobrios un fin de semana desde hace varios años, que alguien podría recorrer las calles con un cadáver bajo el brazo y nadie lo notaría. No habría reacción alguna en esta «civilización» idiotizada.”
Un protagonista con una clara percepción sobre el mundo, que deambula por las calles de México con una copia de ‘Calígulax’ de Albert Camus, en el bolsillo del chaquetón, incorporando en su telaraña de pensamientos y cavilaciones, ideas de artistas como Artaud o Grivoyedov, y conceptos de clásicos de la literatura como ‘El infierno de Dante’, ‘Esperando a Godot’, e incluso la mismísima Biblia.
Una voz irónica, desilusionada, presumida y asquerosamente honesta: la voz de un protagonista roto, cuyo relato se desliza en el tiempo, del presente al pasado, del pasado al presente, mientras busca evadir la realidad que parece a punto de estallarle en la cara, a medida que recuerda la historia de su vida: un padre manipulador que lo abandona sin remordimientos, una madre alcohólica que apenas puede mantenerse en pie, una tía que le demuestra que el amor incondicional puede vivir en la música de los Beatles, y una pasión visceral por una mujer, que va a arrastrarlo a límites impensados.
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Editorial: La Palabra Púrpura
Género: Misterio, suspenso, novela psicológica
Páginas: 284
ISBN: 978-1-8383558-0-7
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