La Fundación Bancaja ha presentado esta mañana la exposición Jaume Plensa. Poesía del silencio, una de las mayores retrospectivas realizada hasta la fecha de uno de los escultores de mayor reconocimiento en el arte contemporáneo internacional. La muestra revisa la producción artística de Jaume Plensa durante cuatro décadas con la original influencia de la literatura y las letras en su obra como hilo conductor, siendo la primera retrospectiva que se desarrolla desde el prisma de este universo creativo que ha sido una constante a lo largo de toda su trayectoria. La presentación ha contado con la participación de Jaume Plensa; el presidente de la Fundación Bancaja, Rafael Alcón; y el comisario de la exposición, Javier Molins.
La exposición está integrada por cerca de un centenar de piezas datadas entre 1990 y la actualidad, descansando en su obra escultórica pero con presencia también de obra sobre papel. El recorrido expositivo revela al público algunas esculturas inéditas creadas por Plensa durante el confinamiento por la COVID-19, que se presentan por primera vez. Entre las piezas presentadas se incluye la icónica escultura Together (2014), que se expuso en 2015 en la Abadía de San Giorgio Maggiore durante la Bienal de Venecia y que no se ha vuelto a exponer desde entonces.
La literatura siempre ha sido una fuente de inspiración para Jaume Plensa. T.S. Eliot, William Shakespeare, Dante, Goethe o Vicent Andrés Estellés son algunos de los escritores que le han acompañado a lo largo de su vida y que le han servido de inspiración para infinidad de obras. Esa influencia literaria se extiende también a la propia letra como elemento con el que compone sus esculturas.
La exposición muestra cómo Plensa ha utilizado las letras de muy diversas formas, bien fuera en cortinas, en gongs o en el cuerpo humano, quizás sus obras más conocidas. Esa intersección del lenguaje con el cuerpo humano es una de las bases del trabajo de Plensa. Tal y como explica el artista, “una letra no parece nada, es algo humilde, pero unida a otras forman palabras, y las palabras forman textos y los textos, pensamiento”.
El escultor empezó con el alfabeto latino para ir incorporando otros alfabetos como por ejemplo el hebreo, el árabe, el chino, el japonés, el griego, el cirílico, el coreano, el hindi, etc. Para Plensa cada letra tiene una belleza única pero todas juntas son una muestra de la diversidad del mundo y de la convivencia entre distintas culturas.
La retrospectiva incluye tanto obra de gran y mediano formato como la obra más íntima realizada por Plensa en pequeño formato. Junto con la presencia de la literatura como fuente de inspiración, en la exposición están presentes otras constantes temáticas en su trayectoria como el silencio, el sueño y el deseo, la música y la familia.
Vinculado con la exposición, se ha editado un catálogo con la reproducción de las obras expuestas y texto del comisario, así como una biografía y currículums detallados desde 1990 hasta 2022.
La exposición Jaume Plensa. Poesía del silencio puede visitarse en la sede de la Fundación Bancaja en València (Plaza Tetuán, 23) del 25 de noviembre de 2022 al 19 de marzo de 2023.
UN RECORRIDO POR LA EXPOSICIÓN
El recorrido por la retrospectiva se inicia en el exterior de la Fundación Bancaja en el espacio público de la Plaza Tetuán con la instalación de la escultura White Nomad (2021), una figura humana de más de cuatro metros de altura formada a partir de letras y caligrafías de diversos alfabetos.
Letras de diferentes lugares del mundo son también las que dan forma a la mano representada en la obra Together (2014), realizada para la muestra que tuvo lugar en la Abadía de San Giorgio Maggiore durante la Bienal de Venecia de 2015 y que en esta exposición recibe al visitante en el vestíbulo de acceso a la Fundación Bancaja.
Los característicos tattoos de Plensa están presentes a través de la pieza Sitting Tattoo XI (2008), una de sus figuras humanas translúcidas realizada en resina de poliéster e iluminada de distintos colores en su interior. Las palabras se convierten en esta obra en una forma de tatuajes pues, en palabras del propio artista: “Todos llevamos el cuerpo tatuado pero con tinta transparente”.
La obra Song of Songs (2005) es un ejemplo de la aplicación realizada por Plensa de las letras como material de confección de sus conocidas cortinas. La escultura tiene su origen en la infancia del artista y en la poesía y, en concreto, en la obsesión del artista por liberar a la poesía de la tiranía del papel y llevarla a su territorio de las tres dimensiones.
En el ámbito de las dualidades que tantas veces plantea Plensa, el silencio tiene también un espacio propio en su producción artística y está representado en la exposición con la obra Rui Rui’s Words (2021), un rostro femenino suspendido del techo que se lleva la mano a la boca para pedir silencio. El ejemplo más icónico en la serie de obras dedicada al silencio es la escultura de más de 20 metros Water’s Soul (2020) instalada en New Jersey.
La exposición muestra también la obra en pequeño formato realizada por Plensa en los años noventa junto con otras más recientes. En obras como Mothers, Brothers o Fathers, las tres de 1990, Plensa sitúa palabras inscritas en unos consoladores que están claramente influenciados por los escritos de Freud y su relación con el sexo. Hay otra serie de obras que tratan sobre el sueño y el deseo, que son dos conceptos sobre los que Plensa siempre ha trabajado. Un tema que también se encuentra en sus obras más recientes en las que los rostros femeninos aparecen con los ojos cerrados, como si estuvieran soñando. En este ámbito del pequeño formato, también hay una serie de piezas en las que mezcla materiales rígidos como el bronce con otros más flexibles como la tela, como se puede ver en toda una serie de obras que llevan títulos gastronómicos como son Milk, Beans, Noodles, Chop-suey, Hot-Dog, Rice, Roast-Beef, Eggs, Bread, Chile con carne o Salt, creadas en 1995. Un contraste de materiales que también aparece en Blood Love Me (2002), una pieza de bronce y unas letras realizadas con cordel.
Los característicos gongs de Plensa, que tienen su origen en la pasión del artista por William Blake y sus Proverbios del infierno, tienen presencia en la muestra con la obra Matter-Spirit (2005). El escultor inscribe palabras en los gongs, con lo que al cincelar, les quita materia y peso.
Dentro de las series de figuras humanas construidas a partir de letras, se incluye la escultura Tel Aviv, la primera vez que Plensa decidió hacer una figura humana a partir del alfabeto. Por su parte, la escultura Silhouettes bebe de las fuentes del románico y del gótico, de esos manuscritos iluminados en los que se pintaban los pensamientos de los personajes que allí aparecían y también de otro clásico de la literatura, Rabelais.
La obra sobre papel de Plensa está presente en la exposición con una selección de dibujos, otra de las disciplinas artísticas trabajadas por Plensa, pero siempre desde un punto de vista escultórico. Como afirma Plensa, “el dibujo es un espacio de libertad”.
El origen de los dibujos aquí expuestos fue la ilustración del libro Teatro Completo de William Shakespeare para la editorial Galaxia Gutenberg-Círculo de Lectores. Para ello, realizó 51 dibujos y cada uno lo asoció a un concepto presente en la obra del autor inglés. Es así como aparecen palabras como “Desire”, “Insomnia”, “Land”, “Night” o “War”, junto con rostros que el artista extrae de antiguos libros de geografía de la época colonial. Estos dibujos están hechos en un papel que tiene cierta transparencia, pues una de las obsesiones de Plensa es liberar a sus obras de los límites de las dos dimensiones.
El recorrido incluye tres obras en las que aparece una figura infantil de la que cuelgan unas frases. En una de ellas, se puede leer “Songs of the Death of Infants”, que evoca a una pieza musical de Mahler, que Plensa homenajea en este trabajo. Y es que la música es otra de las pasiones de este artista.
Esa música también está presente en la pieza Adagio (2015) en la que se ve una de sus características figuras humanas, pero realizada, en esta ocasión, con notas musicales. Al fin y al cabo, las notas musicales no dejan de ser otro alfabeto con el que también uniendo los elementos más básicos se construye algo mucho más grande, como es la música. Unas notas musicales que también aparecen en una esfera titulada Self-Portrait y es que Plensa entiende que nosotros somos tanto los libros que leemos como la música que escuchamos a lo largo de nuestra vida.
La familia es concepto presente en las constelaciones de Plensa, en las que conforma un conjunto de palabras distribuidas en la pared. En este ámbito se sitúa la obra titulada Love of Home (2002), compuesta por una serie de muñecas que heredó de su madre y que ha reproducido en resina a las que acompañan una serie de palabras en inglés como son padres, hermanos, cuñados, sobrinos, abuelos… en definitiva, esa gran constelación que es la familia.
Una serie de esculturas conocidas con el nombre de Lilliputs forman parte también del recorrido expositivo. En estas obras, se juntan muchas de las constantes de Plensa como son la figura humana, las letras, la repetición y la gravedad. Este conjunto está compuesto por varias figuras humanas de color blanco colgadas del techo de las que a su vez cuelgan infinidad de letras. Muchas de estas letras cuelgan de unas cuerdas que emanan de los ojos, como el llanto, otra de sus obsesiones, que aparece en muchas de sus obras. Esta serie juega con la repetición, un concepto que está muy presente en la obra de Plensa y que él descubrió de joven durante una visita a Egipto, donde quedó fascinado con las filas de carneros que reciben al visitante en el templo de Karnak en Luxor.
La exposición se cierra con tres pequeñas obras que Plensa realizó durante el confinamiento durante la pandemia del coronavirus. Estas obras llevan los títulos de 2020, Utopía y Cry. 2020 hace referencia al año que se recordará como el que nos tuvimos que quedar en casa y aprender a vivir con nosotros mismos, esa instrospección interior de la que tanto hablan sus obras. Cry hace referencia a ese llanto que a Plensa le fascina pues no deja de ser agua que cae por efecto de la gravedad pero que, al mismo tiempo, es consecuencia de toda una serie de emociones. Y, finalmente, Utopia es otro concepto que ha estado siempre presente en la obra de Plensa y que aquí ha adoptado la forma de una escultura de pequeño formato frente a otra obra del mismo título y que es posiblemente una de sus obras de mayor tamaño y que ha instalado en Grand Rapids (Estados Unidos).