La serie Reivindicar la resiliencia, comisariada por el colectivo Pakui Hardware en la Sala A durante 2023, se cierra a un nivel molecular. La artista de origen sudafricano Bianca Bondi presenta Scrying in Astral Ponds [Haciendo vaticinios en estanques astrales], su primera instalación en España. Propone una instalación ‘viva’ que invita al espectador a serenar el ritmo y especular sobre el futuro, mientras contempla las microtransformaciones graduales de los objetos de origen tanto natural como humano expuestos en la sala.
Utilizando agua salada —el material emblemático de Bondi—, la artista cristaliza una serie de estanques con monedas de cobre, flores y conchas sumergidas, de cuyas silenciosas mutaciones salinas es testigo la frondosa vegetación circundante. Sin embargo, este crujiente silencio resulta engañoso ya que entre los objetos están teniendo lugar una serie de interacciones materiales que no por ser imperceptibles a simple vista resultan menos intensas. Estas relaciones invisibles, y al mismo tiempo transformadoras, entre los seres humanos, los componentes químicos y las plantas son claves en la obra de Bondi. Las llamativas composiciones florales creadas por el florista francés Guillaume Lanier que le acompaña en el montaje en La Casa Encendida, cambian de color y flexibilidad a manos de las sustancias químicas, moviéndose entre lo natural y lo artificial, entre lo vivo y lo inanimado; una vegetación colgante protegida del paso del tiempo por su resiliencia molecular.
El tiempo de esta instalación no es lineal, ya que pasado y futuro coexisten en la misma sala. Solo hay que aprender a mirar atentamente para verlo. La onírica instalación Scrying in Astral Ponds es un instrumento al servicio de este aprendizaje. Se inspira en la práctica oculta del scrying [escudriñar], un arte antiguo de adivinación que se sirve de superficies reflectantes o iluminadas para captar atisbos visuales del pasado, el presente o el futuro. Estas superficies son los estanques de agua salada de la instalación: portales para acceder a una reflexión sobre los posibles escenarios que se nos presentarán dependiendo de nuestra relación con nosotros mismos, con la naturaleza y con los demás.
Bianca Bondi (Johannesburgo, Sudáfrica, 1986) vive y trabaja en París. Su obra, de carácter multidisciplinar, activa o eleva objetos triviales a través del uso de reacciones químicas, en la mayoría de los casos con agua marina. Los materiales con los que trabaja están elegidos por su potencial de mutación o sus propiedades intrínsecas o simbólicas, siempre con el objetivo de fomentar experiencias que vayan más allá de lo visual, y defender la vida de la materia haciendo hincapié en la interconectividad, la transitoriedad y los ciclos de la vida y la muerte. Apasionada por la ecología y las ciencias ocultas, Bondi las combina en obras pluridisciplinares de carácter transformador en las que es clave el aura de los objetos. Los resultados poéticos, de carácter a menudo in situ, guardan una estrecha relación con los lugares donde está previsto que existan. Bondi ha expuesto en Lafayette, en París y, tras su instalación en La Casa Encendida realizará su primera exposición en EEUU, en Dallas Contemporary, y en el Festival Noor, en Arabia Saudí.
Ciclo expositivo anual de la Sala A
El ciclo expositivo Reivindicar la resiliencia / Reclaiming Resilience es el proyecto curatorial del colectivo Pakui Hardware (compuesto por los artistas lituanos Neringa Černiauskaitė & Ugnius Gelguda) que se está desarrollando durante 2023 en la sala A de La Casa Encendida. A través de las obras de una selección de artistas (Dominique White, Monia Ben Hamouda, Naomi Rincón Gallardo y ahora Bianca Bondi), aspiran a recuperar y profundizar en la resiliencia. Palabra de moda en los últimos años, Pakui Hardware defiende que la resiliencia es un concepto del que se ha apropiado el régimen neoliberal, convirtiéndolo en un rasgo específico del carácter de los ciudadanos. Este planteamiento, en vez de poner el acento en las condiciones injustas, espera que las personas pobres, no normativas o colonizadas se enfrenten a ellas con ‘resiliencia’. Sin embargo, la resiliencia es colectiva, no individual. Un proceso no lineal que se desarrolla a través de interacciones entre las personas, o entre las personas y su entorno.
Cada año, La Casa Encendida invita a un comisario/a o colectivo comisarial a realizar un ciclo expositivo anual muy ligado al presente. La Sala A se ha convertido así en un lugar dinámico, un nuevo espacio de experimentación para artistas y comisarios con colaboraciones curatoriales anuales en el que se ha ido desarrollando una idea o un tema a largo plazo.
Desde su puesta en marcha, la Sala A ha acogido en 2021 el proyecto Un rastro involuntario, comisariado por This is Jackalope, compuesto por cinco episodios de los artistas Agniezska Polska, Jonathan Baldock y Jon Rafman, un diálogo expositivo entre David Horvitz & Javier Cruz y un diálogo performativo entre Hanne Lippard & Claudia Pagès. En 2022, el ciclo Fantástico interior es el proyecto que se ha mostrado en la Sala A, donde el comisario Rafa Barber Cortell ha abordado cuestiones como la intimidad, el autocuidado y la construcción de la subjetividad a través del trabajo de Ad Minoliti, Marina González Guerreiro, Eva Kot’átková y Korakrit Arunanondchai. Y Reivindicar la resiliencia, comisariado por Pakui Hardware, es el proyecto expositivo anual que está teniendo lugar em 2023 con las artistas Dominique White, Monia Ben Hamouda, Naomi Rincón Gallardo y Bianca Bondi.