En un movimiento que promete pintar el mundo del arte con vibrantes matices, White Cube ha anunciado su representación de Yoko Matsumoto, la artista nacida en Tokio cuya carrera abarca seis décadas de abstracción impregnada de color. Esta asociación, compartida con la Galería Hino en Japón, marca un hito significativo en el reconocimiento internacional de Matsumoto.
Nacida en 1936 en Tokio, donde aún reside y crea, el viaje artístico de Matsumoto es un testimonio del poder de la polinización cultural. Después de graduarse de la Universidad de las Artes de Tokio en 1960, un viaje crucial a Nueva York en 1967 la expuso a la segunda generación de expresionistas abstractos estadounidenses y pintores del campo de color. Este encuentro con artistas como Morris Louis, Helen Frankenthaler y Mark Rothko resultó transformador, al introducirla a materiales que entonces no estaban disponibles en Japón: pintura acrílica, medio de polímero brillante y lienzo de algodón crudo.
El estilo “nebuloso” característico de Matsumoto, caracterizado por capas delgadas de pigmento acrílico y marcas gestuales, emergió durante la década siguiente. Su técnica, físicamente exigente y profundamente meditativa, implicaba trabajar en el suelo durante intensos períodos de concentración. Los años 70 vieron la introducción de sus ahora icónicos tonos rosados, un color que ella cree reside “debajo del pensamiento inexpresable” y que ha permanecido central en su práctica durante más de tres décadas.
Pero la evolución artística de Matsumoto no se detuvo allí. Continuamente ha explorado nuevas paletas de colores y técnicas, incorporando verdes vibrantes en composiciones posteriores e incluso regresando a la pintura al óleo mientras estaba de pie a principios de la década de 2000, adaptando su práctica a medida que las demandas físicas del trabajo en el suelo se volvieron demasiado grandes.
La representación de Matsumoto por parte de White Cube llega en un momento emocionante. En febrero, su pintura “Edom Becomes Wilderness” (1989) estará en exhibición en el stand de White Cube durante MAZE Art Gstaad en Suiza, mientras que “Shapes in Nature VI” (1986) adornará Frieze Los Angeles. Estas exposiciones siguen al debut de Matsumoto en el Reino Unido en White Cube Mason’s Yard, Londres, en enero de 2024, y una presentación en White Cube New York en junio de 2024.
Mirando hacia el futuro, la primavera de 2026 promete una importante retrospectiva itinerante a través de varias instituciones japonesas, coincidiendo con el 90 cumpleaños de Matsumoto. Esta exposición de encuesta celebrará su extensa carrera e introducirá su trabajo a un público internacional más amplio.
Irene Bradbury, Directora Senior de Enlace con Artistas en White Cube, expresó entusiasmo por la asociación: “Estamos encantados de que Yoko Matsumoto, una maestra gestual altamente respetada en color y forma, se una a la lista de White Cube. Las pinturas de Yoko han sido ampliamente exhibidas y coleccionadas por instituciones en todo Japón, incluyendo el Centro Nacional de Arte en Tokio; el Museo Nacional de Arte Moderno en Kamakura; el Museo Nacional de Arte en Osaka; y el Museo de Arte Contemporáneo de Tokio, donde encontré su trabajo por primera vez.”
Bradbury añadió: “Tras la respuesta positiva a su primera exposición en el Reino Unido en nuestra galería Mason’s Yard, y su regreso trascendental a Nueva York después de no haber mostrado allí durante casi 30 años, estamos emocionados de presentar el trabajo de Yoko a audiencias internacionales.”
La incorporación de Matsumoto a White Cube es más que una nueva representación; es una celebración de una vida dedicada a la exploración del color y la forma. Su trabajo, que trasciende la representación tradicional y abraza las formaciones accidentales y milagrosas del color, se erige como un puente entre las tradiciones artísticas orientales y occidentales. Mientras White Cube se prepara para mostrar sus “pinturas clásicas ‘Pink’” en próximas ferias de arte internacionales, el mundo del arte espera con ansias los nuevos capítulos que esta colaboración escribirá en la colorida historia del viaje artístico de Yoko Matsumoto.