Manel (Vito Sanz) es un físico que escribe su tesis sobre las leyes de la termodinámica y, como si estuviésemos en cierta conocida serie, se obsesiona y mezcla la vida con las leyes que rigen la física. Así, relaciona las situaciones cotidianas, sobre todo las amorosas, con los principios físicos y de esta manera tenemos una voz en off (mezclada con documental) bastante simpática que nos guiará en esta comedia romántica que, a veces, nos hará reir.
Las Leyes de la Termodinámica no es una película que vayamos a recordar el resto de nuestra vida pero sí es lo suficientemente amable como para que pasemos los 100 minutos que dura la cinta con una medio sonrisa en la boca. Es casi imposible que no nos caiga bien Manel (y sí, a veces nos recuerda a Sheldon de ya sabemos todos qué serie) o los secundarios (incido el guapo de la película, amigo de Manel, Chino Darín).
Al final, la vida gira y gira pero todo, según la cinta, sigue unos principios que todo lo guían y estos principios científicos marcan nuestras vidas.
O no. Una película entretenida para pasar el rato.