«Tarot”: Película de Terror: Todos los clichés, juntos por fin, en una sola película

«Tarot» es una película de terror escrita y dirigida por Spenser CohenAnna Halberg basada en la novela de Nicholas Adams. Está protagonizada por Alana Boden, Jacob Batalon, Humberly González y Olwen Fouere.

“Tarot” es una película que toma todas esas escenas que ya nos dieron miedo la primera vez… la segunda y hasta la tercera vez que las vimos y vuelve a intentarlo, tomando de aquí y de allá: desde la chica que aparece en la curva hasta el payaso diabólico, brujas y esas ferias para niños tan aterradoras que tenemos que remontarnos al cine mudo para intentar hallar su génesis.

Para insistir más aún en esto de los clichés, la película toma como referente el Tarot, las cartas que predicen el futuro y, con mucho de astrología y signos zodiacales, nos lleva a una historia de terror que, modernizada y con buen CGI resulta entre divertida, clásica y, al final, termina por darnos un par de buenos momentos.

Eso sí, no esperen sorpresas, porque se parece tanto, tanto en su argumento a “Final Destination” (2000) en su argumento que es imposible no recordarla.

Argumento

Varios chicos en una gran casa, todos ellos jóvenes y bebiendo cerveza, deciden hacer un juego que termina despertando a un mal espíritu: echarse las cartas del tarot para conocer su futuro.

Sobre la película

“Tarot” tiene, pese a todos sus puntos flacos, muchas ganas de agradar al público y lo intenta en todo momento: tiene una buena fotografía, buenos efectos y las escenas de terror están muy bien realizadas. El problema: no tiene una sola idea novedosa y las ideas que posee están tan trilladas que resulta imposible que el espectador no las haya visto en alguna otra película, sea japonesa (en plan Sadako) o la clásica reunión de freaks de circo. En este sentido, parece casi, casi un homenaje al cine clásico en el que sólo nos falta algún vampiro. Los tópicos están todos: los chicos jóvenes reunidos y que hacen algo malo y desencadenan el mal…

Estas películas han triunfado durante décadas y no nos extrañaría que, aunque “Tarot” no vaya a tener buenas críticas en absoluto, vaya a funcionar a las mil maravillas a nivel de público y distribución. Ya saben, es el negocio: cuesta poco, se arriesga casi nada y se consiguen beneficios repitiendo la fórmula. ¿Basta eso para justificar su visionado? Es probable que para muchos no, pero “Tarot” es una película con una estética lo suficientemente sólida como para no ser un desastre y, aunque la originalidad no sea su punto fuerte, se defiende más que bien a nivel de efectos, sonido y sustos.

¿Del montón? Sí, totalmente prescindible y todo lo que queráis. Lo saben los guionistas y los productores, que también saben que estás películas funcionan, aunque nadie vaya a ganar un Oscar con ellas.

Que la disfrutéis.

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