Pared con pared es una comedia romántica española dirigida por Patricia Font y protagonizada por Aitana y Fernando Guallar.
Aitana es uno de los rostros de moda en España: una actriz con talento que, además, acompaña con una envidiable belleza. Él también es guapo y también tiene talento y se llama Fernando Guallar.
Juntos protagonizan esta nueva comedia romántica en Netflix que, aunque no tenga mucho de original, os hará pasar un buen rato.
Argumento
Ellos son vecinos, son un poco “raritos” y, además, tienen que convivir sin, en realidad, vivir juntos. Y es que los dos comparten ruidos a través de una pared que no aísla de los ruidos, así que son dos pisos en los que se escucha todo. Él es inventor, ella pianista.
¿Se pueden imaginar que empieza a surgir algo ahí dentro del corazón que palpita y que se llama amor? Jo, ¡si es que os las sabéis todas!
Crítica de la película
Tenemos la versión del crítico que diría algo así como: una obra sin una pizca de originalidad, chistes sencillos y un guion que se escribe solo en una comedia sin gracia que hemos visto repetida mil veces. Llena de bromas gastadas y con un argumento demodé. ySi buscan algo decente: olvídense.
(Tengo práctica, lo sé).
Y me pregunto yo: ¿y qué tenemos todos en contra de las comedias románticas? Entiéndannos, tenemos que comentar doscientas películas, entre esas doscientas, como un 40% son comedias románticas con argumentos casi idénticos. Desde el punto de vista del crítico, es toda una losa tener que inventar algo distinto para una película que ya has visto un par de veces esa misma semana.
Desde el punto de vista del espectador: ellos son tan encantadores que cuesta no cogerles cariño durante esta película que, además, entretiene y te dan ganas de salir a la calle y volver a enamorarte porque, simplemente, la primavera ya está aquí.
Pues los dos, cada uno en su mundo, tendrá parte de razón: son encantadores, sí, y también son dos personajes diseñados para gustar a todos, en su más exquisita simplicidad. Un sentido del humor del de siempre, gastado… pero también un sentido del humor que, sin ofender a nadie, nos hace sentir cómodos y a gusto en una película cómoda, simpática y encantadora.
Y es que, “Pared con pared” no viene a redescubrir la comedia romántica, ese género acomodaticio donde los haya, ni viene a reinventar la narrativa cinematográfica. Está aquí, simplemente, para que nos sintamos cómodos a a gusto, en sintonía con una película que hemos visto mil veces y que sabemos cómo empieza, cómo sigue y cómo termina.
Y también sabíamos que, sobre estas fechas, llega la primavera.
Y nos sigue encantado.
Así que ya saben lo que les espera: los cerezos floreciendo en Corea y, en España y en Corea y en Japón y en Francia también, una pareja enamorándose, esta vez a través de una pared.
¡Pero qué bonito!