La asesoría de imagen, marca y comunicación personal, Paz Herrera Studio, ofrece las claves para triunfar en una cena de empresa. Con las cenas de Navidad a la vuelta de la esquina, Paz Herrera Studio, descubre cómo vestir, comportarse y comunicar para causar una buena impresión en este tipo de encuentros empresariales.
La llegada de las Navidades trae consigo la conocida cita de las cenas de empresa, tanto pequeñas como medianas y grandes empresas celebran fuera de las oficinas una cena o encuentro con su equipo. La asesora de imagen y experta en marca personal, Paz Herrera, insiste en la importancia de causar una buena impresión en este tipo de eventos y aprovechar la ocasión para que compañeros y jefes conozcan una adecuada versión de uno mismo.
Es importante no olvidar que una cena de empresa no deja de ser un encuentro del ámbito profesional, por lo que se debe mantener la compostura, vestir de acuerdo con la ocasión y comunicarse de forma adecuada. Las cenas de empresa deben ser el momento perfecto para mejorar la marca personal, al mismo tiempo que los compañeros de trabajo pueden relacionarse en un contexto más distendido. No tener en cuenta las claves principales para triunfar en este tipo de eventos puede producir, no sólo que una persona pase inadvertida, sino lo que es peor, que arruine la imagen que los demás tienen de ella.
Un look adecuado y coherente
Paz Herrera recuerda cómo la ropa habla de cada persona. En las cenas de empresa el ambiente no deja de ser laboral, por supuesto que no es necesario vestir del mismo modo que se viste en la oficina, pero no es recomendable proyectar una imagen demasiado festiva, informal, descarada y mucho menos, vulgar.
La recomendación de la asesora de imagen es mantener la coherencia con el estilo que se muestra a diario, si una persona tiende a vestir de manera formal, daría una imagen contradictoria acudir a la cena con un estilo muy atrevido.
Además, existen una serie de prendas poco recomendables, como los escotes muy pronunciados o las faldas y vestidos muy cortos, que arruinarán la imagen profesional de la persona. En el extremo contrario, los vaqueros, camisetas y combinaciones casual, también será mejor dejarlos para otra ocasión.
Lo adecuado es ser elegante, cuidar los detalles y complementos y no faltar al estilo propio: Sentirse disfrazado no es la mejor forma de proyectar confianza a los demás.
En resumen, las recomendaciones son:
– Evitar vestir igual que el resto de días, a no ser que se salga a la cena directamente desde la oficina, lo cual es mejor evitar.
– Utilizar una imagen más festiva, sin descuidar la elegancia. Una buena idea puede ser combinar texturas o estilos casual y formal. No se trata de vestirse como si fuera una boda, pero tampoco de descuidar la imagen en una ocasión perfecta para triunfar.
– Cuidar los complementos. Un cinturón, un reloj, un pañuelo, joyería… son los pequeños detalles los que marcan la diferencia.
Cuidar el comportamiento
Las cenas de empresa permiten que empleados y jefes puedan relacionarse en un ambiente más distendido, aunque no por eso se debe pasar por alto el protocolo, se trata de conseguir el equilibrio perfecto entre la diversión, la cercanía, la seguridad y la confianza, sin perder nunca las formas.
Lo primero y más importante, siempre es mejor ir a la cena que no ir. Un “no” en este tipo de ocasiones pueden hacer que la persona parezca reacia a relacionarse en su trabajo, proyectará falta de interés o de accesibilidad hacia los demás. Asimismo, la puntualidad es clave, llegar tarde o irse antes de los postres muestra una imagen poco seria.
Una vez en la cena de empresa, Paz Herrera recuerda ciertas normas que es mejor no saltarse:
– Evitar los temas polémicos o que puedan herir sensibilidades como la política o la religión. Lo mismo sucede con temas conflictivos de la oficina que puedan ofender a alguien o hacer que se genere un ambiente negativo.
– Cuidar el consumo de alcohol, beber más de la cuenta o hacerlo antes de haber llenado el estómago puede jugar malas pasadas y hacer que la persona se arrepienta después de lo dicho o hecho.
– Aprovechar para hablar con el jefe o con compañeros de otros departamentos. Las cenas de empresa pueden ser el momento perfecto para establecer relaciones con aquellas personas con las que por el rol que tienen en la oficina, es más difícil comunicarse.
– Cumplir las reglas básicas de educación en una cena: Utilizar los cubiertos adecuados, no masticar con la boca abierta, no fumar en la mesa o no hablar por el móvil.
– Cuidado con las fotos. Si se hacen fotos durante la cena o fiesta posterior, lo mejor es ser respetuoso y no tomar ni compartir fotos sin el consentimiento de las otras personas, mucho menos publicarlas en redes sociales.
Y el último consejo estrella de Paz Herrera: Sonreír. Al fin y al cabo, una cena de empresa es el momento perfecto para mostrar la mejor versión de uno mismo y hacer que su imagen personal triunfe.
Web Paz Herrera Studio
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