El comercio online como plataforma para artistas emergentes

Lisbeth Thalberg

Cada vez más personas son conscientes de que decorar una casa con obras de arte no tiene por qué ser algo inaccesible económicamente. De hecho, en los últimos años han proliferado páginas web en las que artistas de diferentes corrientes ofrecen sus creaciones a precios razonables para el consumidor medio. Hoy día, Internet permite casi a cualquier persona comprar una lámina artística por 30 euros o una pintura de un artista novel por 100

Decorar una casa con obras de arte no tiene por qué ser algo reservado sólo a los bolsillos más pudientes. Lo demuestra el hecho de que, en los últimos años, hayan proliferado páginas web en las que artistas de diferentes corrientes ofrecen cuadros por encargo a precios asequibles para el consumidor medio. A día de hoy, Internet permite casi a cualquier persona comprar una lámina artística por 30 euros o una pintura de un artista novel por 100.

El comercio online aplicado al mundo del arte permite que nombres emergentes y desconocidos para el gran público vendan sus obras a precios low cost. Hace años lo habitual era que el potencial comprador acudiese a las galerías o a las ferias especializadas y que allí se dedicase a conocer a nuevos artistas y que entrase en contacto con los galeristas en busca de consejo y orientación. En cambio, en la actualidad el consumidor busca información en Internet y accede a los trabajos de artistas del medio como puede ser Inés Blanco. La artista reconoce que Internet “es una interesante plataforma que los artistas no pueden desaprovechar para darse a conocer y captar potenciales compradores”. Es consciente de que “muchos internautas confían en la pantalla del ordenador o del móvil para comprar arte y que no necesitan ver un cuadro o una escultura físicamente antes de adquirirlos”. Además de todo lo anterior, “Internet permite a los artistas llegar a un público más jóven al tener un catálogo de arte más accesible”, señala Blanco. El objetivo no es otro que democratizar la compra de arte y ofrecerlo al público a precios asequibles a la par de impulsar la obra de artistas noveles.

Las cifras avalan todo lo anterior y constatan la buena salud de la que goza el mercado del arte. En 2016, las ventas online representaron 4.900 millones de dólares en todo el mundo. Son datos del informe “The Art Market 2017”. Eso sí el cliente suele pedir ”copias de obras que en todo caso vengan firmadas, numeradas y certificadas”, reconoce Inés Blanco. Aunque se trate de arte a precios, podría decirse que populares, “el cliente sigue esperando cierto grado de personalización y exclusividad”, apunta.

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