La fecha se conmemora a nivel internacional y, este año, busca alertar sobre la disminución de las poblaciones de estas especies en la naturaleza
Loro Parque ha dedicado esta semana a la celebración del Día Mundial de la Vida Silvestre, una fecha que se conmemora el sábado 3 de marzo, alrededor de todo el mundo y por iniciativa de la ONU. Este año, la organización ha querido centrar la atención en los Grandes Felinos con el objetivo de alertar sobre la disminución de sus poblaciones en la naturaleza y el zoológico portuense ha querido sumarse poniendo el foco en sus embajadores particulares: los Leones, los Jaguares y los Tigres Blancos.
En sus instalaciones, estos ejemplares actúan como representantes de sus congéneres y contribuyen a la sensibilización de los visitantes sobre los desafíos y peligros que sufren en la naturaleza como consecuencia de las acciones humanas, a menudo perjudiciales. Así, el papel de los zoos modernos es fundamental para contribuir a su conservación.
Leones de Angola
Simba, Malika y Sarabi son tres Leones de Angola que actúan, en Loro Parque, como embajadores de su especie. En la naturaleza, estos animales se encuentran en peligro de extinción y han visto decrecer su población de 100.000 ejemplares a menos de 25.000 en los últimos 50 años, reduciéndose su hábitat a un cuarto de su superficie original.
Jaguares
Negra y Gulliver son los Jaguares del Parque, también perfectos representantes de sus congéneres en la naturaleza. ‘Panthera onca’ es una especie categorizada como Casi Amenazada en la Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza y uno de los mayores peligros a los que se enfrenta es a los altos índices de deforestación en América Latina. La fragmentación de sus hábitats los aísla y los hace más vulnerables a la persecución humana.
Tigres Blancos
Yangyu y Linmao se pasean a diario, y siempre majestuosos, por la Isla del Tigre. En Loro Parque, ambos juegan un rol fundamental a la hora de concienciar a los visitantes sobre su situación: los Tigres Blancos, debido a la coloración de su pelaje, son muy vulnerables y tienen dificultades para sobrevivir en la naturaleza.