En el corazón de la selva paranaense, entre verdes exuberantes y tierras rojizas donde habitan yaguaretés y coatíes, vibran majestuosas las Cataratas del Iguazú, un destino inolvidable que invita a la aventura y la emoción. Visit Argentina ofrece información de esta maravilla natural
En su recorrido hasta desembocar en el Paraná, el río Iguazú serpentea entre islas e islotes y toca un barranco de lava formado hace millones de años. Es ahí donde nacen las Cataratas del Iguazú, una de las 7 maravillas naturales del mundo, protegidas por El Parque Nacional Iguazú, que fue declarado Patrimonio Natural de la Humanidad por la Unesco.
Es la selva paranaense, uno de los entornos con mayor biodiversidad de Argentina: orquídeas asombrosas, palmeras y árboles gigantes; yaguaretés, coatíes, yacarés y más de 450 especies de aves entre las que se destacan los tucanes y vencejos que sobrevuelan los 275 saltos de agua de hasta 80 metros de altura. Allí, donde la naturaleza se despliega imponente, comienza esta aventura imperdible, llena de los colores y sabores de la selva.
Hay que animarse a una experiencia emocionante en una de las 7 maravillas naturales del mundo.
Se recomienda recorrer el Parque y sus atractivos en 3 días.
Día 1: Tren Ecológico de la Selva -Garganta del Diablo- Circuito Superior- -Balcón Garganta del Diablo
El paseo en el Tren Ecológico de la Selva permite conectarse con el ambiente. Este tren de vagones abiertos recorre el Parque desde el ingreso hasta la estación Garganta del Diablo, el salto más impresionante y espectacular de las Cataratas del Iguazú. El Tren Ecológico de la Selva tiene una parada intermedia: la estación Cataratas, desde esta parada se puede llegar al Circuito Superior para observar las caídas de agua mientras sobrevuelan cientos de mariposas. El Balcón Garganta del Diablo asombra a viajeros de todo el mundo con sus caídas de más de 80 metros de altura.
Día 2: Circuito Inferior
Los visitantes se adentran en la selva y la aventura se vuelve una experiencia única entre caminos serpenteantes y los maravillosos saltos que envuelven de bruma un paseo sorprendente. También hay recorridos en camionetas 4×4 y gomones semi-rígidos que permiten acercarse a algunas de las caídas más impactantes de las Cataratas del Iguazú.
Día 3: Sendero Macuco + Salto Arrechea + Paseo de Luna Llena
El Sendero Macuco es ideal para los amantes del trekking. Se trata de una caminata de unos 3.500 metros hasta llegar al paradisíaco Salto Arrechea, de más de 20 metros de altura.
Las noches de luna llena, se realizan paseos por la selva silenciosa. Un recorrido sorprendente bajo la luz de la luna y el arrullo de las cataratas.
Los sabores de la selva
La identidad de la gastronomía misionera propone una experiencia única. Sabores que se crearon al integrar las tradiciones guaraníes, brasileras y españolas que se fusionaron con las recetas de otros inmigrantes europeos y asiáticos. Propuestas con texturas y colores propios que incorporan pesca de río, cítricos, mandioca y yerba mate, entre los principales ingredientes de la variada y exquisita cocina de la selva.
Iguazú tiene una importante oferta de restaurantes donde los viajeros pueden disfrutar estos sabores. Entre las recomendaciones, se puede empezar por probar los chipás, unos pancitos preparados con harina de mandioca y queso, típicos de la cocina paraguaya y del litoral argentino. También la mandioca, el reviro y la sopa paraguaya son comidas guaraníes muy reconocidas que comparten menú con las empanaditas de ricota, propias de Europa del Este, el churrasco al espadachín y la típica feijoada brasilera, un guiso de porotos negros con cerdo y arroz. El tradicional dulce mamón es el postre preferido y un imperdible es probar la caña paraguaya y una especie de aguardiente conocida como cachaza.
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