Gabriele Amorth, el exorcista del papa, (Módena, Emilia-Romaña, 1 de mayo de 1925-Roma, Lacio, 12 de septiembre de 2016) fue un sacerdote italiano que dedicó gran parte de su vida al ministerio de la liberación y el exorcismo. A los 18 años, se unió a la resistencia italiana durante la Segunda Guerra Mundial. Tras el fin de la guerra, ingresó al seminario y fue ordenado sacerdote en 1954. Sin embargo, no fue hasta 1986 que comenzó su carrera como exorcista, tras haber sido designado por el entonces cardenal Joseph Ratzinger, quien más tarde se convertiría en el papa Benedicto XVI.
Existen diferentes puntos de vista sobre la vida de Amorth, en unos se le considera un incansable luchador de la lucha contra el mal y la posesión demoniaca. Él mismo llegó a decir que el interés y práctica de diversas corrientes ocultistas de los líderes nazis pudieron haber hecho que estos fueran poseídos. Quizá fuera consecuencia de las penurias pasadas en la Guerra Mundial o realmente fue cierto.
En relación con el cine, la película preferida de Amorth, como no podía ser de otra manera, era «El Exorcista», aunque según sus propias palabras: «Por supuesto, los efectos son exagerados, pero es un buen filme, y exacto substancialmente, basado en una notable novela que refleja una historia verdadera».
El trabajo de Amorth no se limitó a la realización de exorcismos. Creó la Asociación Internacional de Exorcistas en 1990, de la cual fue presidente hasta su fallecimiento en 2016. Esta organización se dedica a la formación de sacerdotes para realizar exorcismos y a investigar sobre el mundo de los demonios y la posesión.
En resumen, Gabriele Amorth fue uno de los exorcistas más famosos e influyentes de la Iglesia católica en los últimos tiempos. Su valentía, dedicación y amor hacia aquellos que sufrían de posesión demoníaca lo convirtieron en un verdadero defensor de los más necesitados.
Publicó varios libros, todos ellos relacionados con el exorcismo y la posesión diabólica, que ahora han dado pie a la realización de películas como El exorcista del Papa.
A ciencia cierta no hay nada claro en el mundo de los exorcismos, ni tampoco vamos a opinar nosotros sobre si Amorth fue un salvador o un fraude. Cada cual que saque sus propias ideas y respete las de los demás.