Trolls, internet, ¿periodismo? Steve Martin, Carrie Fisher.

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Steve Martin en el 2011. Fuente: Wikipedia. Autor: Joella Marano
Steve Martin en el 2011. Fuente: Wikipedia. Autor: Joella Marano

Steve Martin publicó un polémico tweet que terminó borrando alabando a Carrie Fisher. Algunos medios se hicieron ecos de él. Y con ellos llegaron los trolls.

Un troll de internet es algo así como el que hace un comentario buscando la polémica y, con ello, sacar visitas. Donald Trump, por ejemplo, ha buscado la polémica y la ha encontrado y ya sabemos todos el resultado de las elecciones. La otra candidata no lo hizo. Bien, el bueno de Steve Martin (un tipo que siempre ha hecho comedias y nunca se ha dejado ni flequillo, siempre intachable, publica en Twitter un comentario diciendo más o menos de Carrie Fisher (cojo la traducción del Huffington Post):

Cuando yo era joven, Carrie Fisher era la criatura más bella que había visto nunca. Resultó que era ingeniosa y brillante también.

Pues a la New York Magazine (no sé si sabéis qué es eso, pero hace años era como muy posh hace años, traducción: pjjo y snob o eso entendía la gente de ellos, yo no califico, claro, que luego me demandan) se metió con el bueno de Steve Martin diciendo que sólo resaltaba su faceta física y no su talento. En fin… ¿y eso no es meter un poco de leña al fuego o una palabra que empieza por ‘eme’ y termina por ‘erda’? Parece que ya los medios no son lo que eran y que aquí las visitas son lo primero (y lo son, soy el primero en reconocerlo y el último que se va a la cama mirando el contador) pero parece que ya esto no tiene freno.

En la campaña presidencial vimos cómo ya dejaba de importar si una noticia era real o no siempre que saliese en las redes sociales y se compartiese mucho y parece que los medios (¿me incluyo? Creo que no) no tienen la suficiente sangre fría como para decir no a un trending topic. No, no les culpo ni estoy criticando a la New York Magazine, éstos no son los tiempos de Kennedy y lo sabemos todos.

Ahora bien, da un poco de pena que, al final, estemos todos tirándonos a la carroña (y no soy sólo yo, que lo hago a veces aunque me duela) y hasta los más prestigiosos medios tienen que buscar las visitas porque la crisis del periodismo es mucho más grande de lo que os podéis imaginar.

Y sé muy bien de qué hablo. Ah, y yo estoy con Steve Martin, que no dijo absolutamente nada.

Informó, Martín Cid.

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