Camino sin Señalizar, de Jaime Molina García

Martin Cid Magazine
Camino sin Señalizar, de Jaime Molina García

Una mordaza de bola, pinzas japonesas con pesas, una barra de inmovilización de pies, cuerdas de yute tratado de siete metros, una vara de ratán, un gancho anal doble, un espéculo de acero y un tawse triple de cuero…

Esos son los únicos artículos de la tienda que Irene tiene permitido comprar. No porque el dinero no le alcance, sino más bien porque ? aunque se muera de ganas de comprar un succionador de clítoris? su amo le dio instrucciones exactas. Y ella lo tiene bien claro: no existe mayor placer que el de obedecer.

Después de presenciar, casi por casualidad, un espectáculo de cabaret vintage que incluía un número de BDSM soft, una abogada de buena familia, fascinada por la revelación, no puede dejar de masturbarse en su habitación del hotel, una y otra vez, mientras se imagina ataviada con un traje de cuero negro, siendo azotada y penetrada con violencia.

‘Camino sin señalizar’, es la novela policial del escritor Jaime Molina García. Una historia de amistad repleta de deseos incontrolables, investigaciones policiales, homicidios, sexo y mentiras. Mientras ahondamos en las escabrosas profundidades de la relación entre estas dos mujeres, que a pesar del tiempo y los rencores, nunca pudieron olvidarse.

Jaime Molina García
Jaime Molina García

Cuando Irene desaparece misteriosamente, Marta —una agente de policía que la conoce desde adolescente— hará todo lo que está a su alcance (y más) para encontrarla. Aunque eso signifique romper las reglas, ir en contra de su propio jefe, acorralar políticos corruptos, enfrentar a su pareja y llegar a límites inimaginados, inclusive para ella misma.

“Prestó especial atención al llegar a la parte en la que la doctora Cazenave hablaba del rol de las personas sumisas. Esta grabación le pareció relevante por las coincidencias que halló entre lo descrito y el carácter de Irene. «Al contrario de lo que se cree, en este tipo de relaciones adoptar el rol de sumiso no implica asumir que se es débil, sino todo lo contrario: la sumisión implica una gran fortaleza necesaria para poder resistir la carga de dolor y humillación. (…) La sumisión no debe confundirse con el masoquismo (aunque algunas personas combinen ambos sesgos). Las personas masoquistas disfrutan del dolor. Las sumisas ofrecen su dolor pero no lo disfrutan. La sumisión es un acto de entrega, de amor a sus amos. Si un sumiso no apreciara que existe correspondencia a esa entrega podrían llegar al rechazo y abandono de la relación. Esto es así porque, como ya dije antes, las personas sumisas ansían por encima de todo sentirse queridas.”

¿Qué tanto conocemos a nuestros seres queridos? ¿Y qué tanto nos conocemos a nosotros mismos?

Una novela que explora los difusos límites que existen entre el placer y el dolor, entre la amistad y el deseo, en un búsqueda implacable en la que nuestra protagonista tendrá que enfrentarse a sus propios fantasmas, con el fin de salvar a la única persona que realmente significa algo para ella.

Editorial: Editorial Nazarí
Páginas: 284
Género: Novela negra
ISBN: 978-84-18163-94-4
Precio: 16,50 €

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