Iván Roche, Katy Bertrand y Teo Soler son los autores de la saga ‘Ana Clara teje su destino’. La novela, basada en la historia real de Teo Soler, presenta a una mujer que vive violencias y se esfuerza por salir adelante en Paraguay.
¿Cuál ha sido el mayor desafío de escribir este libro?
Iván: Nuestro objetivo principal, desde el punto de vista literario, era atrapar al lector desde la primera a la última página. Sin embargo hay escenas y momentos en la novela muy, pero que muy, duros, y se cuentan desde el punto de vista de una niña muy inocente. Mantener ese contraste creo ha sido uno de los grandes desafíos y donde más hemos aprendido. Hemos tratado de mantener el sentido del humor lo máximo posible, pues al final, el sentido del humor es una de las herramientas más poderosas para poder superar las desgracias.
Katy: A parte de lo que dice Iván, también era un desafío enfrentarnos al hecho de que hablamos de personas reales y que alguien que las había conocido iba a leer el libro y era importante que no dijera “no, no era así”, o “no, no hubiera hablado de esta manera…” Como ya dije hay mucho trabajo detrás, mucho dejarnos fluir para conectar de verdad y olvidarnos de qué haríamos nosotros. Nosotros nos enamoramos de los protagonistas y necesitábamos que al lector le pasara lo mismo, que les descubrieran igual que nosotros y se enamoraran o se enfadaran con ellos y les sintieran como parte de su entorno.
¿Por qué habéis decidido cambiar el nombre de la protagonista y ficcionar la historia?
Iván: Queríamos que la lectura del libro recordase al ritmo de una película. Para ello había que convertir muchos recuerdos de Teo en escenas, con diálogos ficcionados basándonos en las muchas historias que conocimos de Paraguay. La novela está basada en su vida, pero Teo no es Ana Clara. Ana Clara tiene un poco de los tres autores.
Katy: El libro es Teo y a la vez no es solo ella, tampoco creo que sean historias o palabras inventadas sino inspiradas… Es el libro que cuenta la historia de muchas mujeres por eso decidimos empezar con sus antecesoras. También hay mucho nuestro y de nuestro alrededor. Hay mucho trabajo detrás de cada palabra, mucho respeto y cariño.
¿En qué tipo de lectores habéis pensado al escribirla?
Iván y Katy: No sabríamos decir si hemos pensado en algún tipo de lector en concreto, porque hemos intentado que sea una historia que te atrape de principio a fin, que empieces a leer y no puedas dejarla hasta el final, y por las críticas que hemos tenido creo que lo hemos conseguido bastante.
No está destinada a mujeres o a hombres. Sí es una novela con partes duras y esto debería de saberlo el lector no queremos disgustar a nadie, pero es la vida real y la vida tiene estas cosas. Lo que sí hemos pensado, mucho, es a quiénes queríamos hablar. Por un lado, a todas aquellas personas que pasan por algún momento en el que parece que no hay salida, a ellos decirles que sí, que la hay, y que pidan ayuda porque siempre hay alguien dispuesto a ayudar.
Y por otro, a todos aquellos que animan a callarse ante una injusticia, los que dicen “es lo que hay” o “calla o será peor”, a ellos decirles que ese tipo de actitud es cómplice, que están alimentando injusticias como las que sufre Ana Clara y muchas otras niñas. No se callen y por favor no manden callar. No hagan que nadie que sufre cualquier tipo de abuso se sienta avergonzada.
¿Cómo habéis escogido el título?
Iván: No fue fácil. Salían un montón de títulos, tengo un documento de varias hojas llenas de ellos. Queríamos hablar de “el juego”, así es como llaman en Paraguay a los abusos y violaciones a niñas, “un juego”. Es un juego que apaga la voz, que hace que los que lo sufren y su entorno guarden silencio ante la posible vergüenza o deshonra que pueda traer a la familia. Callar la voz es la principal herramienta para mantener las injusticias.
Katy: Aparte sabíamos que no nos quedaríamos con un libro, que se necesitaba al menos una segunda o tercera parte para cerrar la historia, así que necesitábamos el nombre de la saga y ‘Ana Clara teje su destino’ describe mucho de lo que su protagonista hace. Hay hojas y hojas garabateadas con títulos de todos los aspectos pero cuando surgió este y lo vimos escrito lo supimos, casi como el nombre de tu hijo.