Pierre Riffard (Toulouse, 1943) analiza en Vida íntima de los filósofos por qué muchos de ellos no han tenido descendencia.
Primero la noticia y luego hacemos chascarrillos que es lo que se nos da bien, ¿o no? Bueno, pues lo que han tenido en común Nietzsche, Schopenhauer, Platón, Hume… y otros tantos muchos es que no han podido ver a sus churumbeles estrenar su primera bicicleta. Todo un drama que analiza Riffard en plan serio y desde varios puntos de vista, con entrevistas… muy bueno el libro, no decimos que no.
Ahora bien, y cito textualmente a Amelia Valcárcel: “Nietzsche intentó casarse por todos los medios con Lua Andreas [escritora rusa y colaboradora de Freud] y ella le dijo que no”. Venga, luego este tipo decía que no había que casarse pero… a eso por aquí lo llamamos resentimiento y estar enfadado.
Del que sí que conozco la biografía es de Schopenhauer (sí, no siempre fui el tipo discotequero que soy ahora) y ese no pillaba moza ni en Tinder. Claro, luego escribió una joya como El Amor, las Mujeres y la Muerte que, si no lo habéis leído, no tiene pérdida. Vamos, que algunos necesitaban algún momento con el sexo opuesto para quitarse los ‘malos rollos’.
Nuestro autor, y estudiando mucho, llega a la conclusión que el 70% de los filósofos estaban solteros cuando publicaron su obra cumbre.
En fin, ya sabéis que si queréis triunfar con el sexo opuesto… menos Platón y más… ¡Cañitas y Tapeo!
Ah, el artículo original que insipiró esta cosa lo saqué de aquí.