El escritor crea un lugar intangible en el que es posible modificar la realidad y crear otras nuevas en ‘La paradójica dimensión 89’
Cuando se está desesperado, ¿existe algún camino para cambiar el destino? Con esta idea parte la primera novela del escritor Daniel V., La paradójica dimensión 89 (editorial Tregolam).
El escritor adentra al lector en un universo onírico e intangible llamado la dimensión 89, un lugar donde los personajes de esta obra podrán cambiar el rumbo de vida, eso sí, con un precio muy alto: poder perder su propia existencia.
El talento del autor para enfrentarse al texto se refleja en el compendio de seis relatos, en forma de cuentos y diarios, y una pieza teatral que conforma la novela, demostrando que puede enfrentarse a cualquier estilo y narración que se proponga.
Además, los relatos presentan el mismo hilo conector, la dimensión 89, pues en cada uno de ellos se muestran características distintas de esta realidad intangible para la conciencia. El autor propone así que el lector vaya descubriendo a medida que avanza la lectura en qué consiste dicha dimensión y se adentre más en la misma.
«Traté de utilizar los tipos de género como una herramienta para diferenciar los universos. Cada relato está escrito pensado de una forma distinta, visualizo cada universo con su propia estructura de realidad, por lo que me era natural pensar que cada uno debía tener una forma distinta de narrarse».
La dimensión 89 es un espacio atemporal donde solo pueden acceder aquellos que están desesperados o necesitan cambiar su propio destino. Un lugar con infinitud de realidades alternas compuestas por fragmentos que, si no se sostienen, caen en el olvido para siempre. Un lugar donde se pueden crear otras realidades, pero con un riesgo: si se modifica una, también lo hará el resto, y, por ende, la persona que realiza el cambio puede dejar de existir.
Para crear esta dimensión, el autor se ha apoyado en la metafísica y en la metáfora, consiguiendo de una manera excelente lo que parecía imposible: concebir aquello que el cerebro humano no puede. Para ello, ha construido una presencia, una guía que habita en ese universo paradójico espaciotemporal en el que todo parece posible.
Asimismo, el escritor aprovecha, valiéndose de una atmósfera etérea y una trama innovadora y original, para introducir cuestiones de carácter existencialista, y trata temas como el significado y el sentido del ser y de la humanidad, la batalla que existe entre el conocimiento y los sentimientos, o la lucha de una persona contra sí misma mientras intenta elegir su propio destino.
«El concepto de la dimensión se generó en una discusión con mi hermano respecto a una paradoja conocida: si hay un individuo X soñando con un mundo vasto y complejo, y dentro de este mundo hay alguien al que llamaremos individuo Y, el cual está a su vez soñando con el complejo mundo de X. ¿Sería para nosotros posible determinar quién es el que realmente sueña? A priori nos sería imposible, pero, posteriormente, cuando uno de los dos despierta, podemos entender que este sería el individuo real. Es decir, existen dos mundos, pero solo uno es real».
Los personajes que logran acceder a esa dimensión metafísica son tan variopintos como la propia novela. Así, aparecen un drogadicto; un ludópata; robots que alcanzan todos los conocimientos, pero también sentimientos; un gato que es Dios por un día, o dos hermanas que desafían todo para estar juntas, entre otros.
Los lectores serán partícipes en todo momento de cómo funciona este universo a través de esos personajes que han roto con su historia y se arriesgan a desaparecer, introduciéndolos en su mundo para que vivan, sientan y comprendan el porqué de sus acciones.
«Quería generar una variedad de personajes que fueran muy distintos entre sí, ya que esto también es un reflejo de la característica de la dimensión. Cualquiera que trascienda a su realidad y tenga la voluntad para jugarse su mundo, tendrá acceso a la dimensión 89. Por supuesto que el mayor reto fue crear a los personajes de la obra de teatro, pues debes imprimirles su personalidad solo a través de sus diálogos, y estos a su vez deben ser coherentes».
Sin duda, una propuesta revolucionaria e inimaginable que hará las delicias de todos los amantes de la ciencia ficción.
El libro de Daniel V. ya está disponible en las librerías para aquellos lectores que busquen una historia diferente y que les haga viajar a un lugar que comprende más allá del raciocinio humano.
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