Oblivion—una ópera de 70 minutos en un solo acto escrita y compuesta por John Aylward—se alzó con el premio a Mejor Película Musical en el Cannes World Film Festival – Remember the Future, certamen independiente con base en Cannes que combina selecciones mensuales y galardones anuales. La cobertura de diversos medios especializados confirma el triunfo de la obra y el crecimiento de su perfil en el circuito festivalero.
Aunque no está asociado al Festival de Cannes principal, Remember the Future funciona como un programa híbrido que pone el foco en trabajos internacionales de ficción, documental y proyectos impulsados por la música. Este formato, con reconocimiento en bases de datos de la industria, favorece la visibilidad de narrativas musicales más allá de los circuitos operísticos tradicionales.
Inspirada en el Purgatorio de Dante, la película sitúa a dos Caminantes y a un hombre atado —posiblemente de sangre real— en un “después” liminar donde la memoria es moneda de cambio y el testimonio, sospechoso. El paisaje sonoro reduce el encuadre a cuatro voces y un conjunto sobrio —viola, violonchelo, contrabajo, guitarra eléctrica y electrónica— para producir una paleta granulada de intercambios parlando, quiebres texturales y ostinatos que parpadean sobre los sul ponticello de las cuerdas graves y las colas de delay de la guitarra. Las valores de producción privilegian la claridad frente a la masa: detalle de micrófonos cercanos, control en la decadencia de la reverb y una masterización que conserva la dinámica a nivel de frase en lugar de aplanar el ataque y decaimiento del discurso musical.
La versión para la pantalla nace como un giro deliberado respecto al montaje escénico. Aylward se alió con el productor Graham Swon (Ravenser Odd Productions) y la directora Laine Rettmer para rodar en la Costa Este de Estados Unidos durante 12 días intensivos, y posteriormente casar el audio de estudio pregrabado con la imagen en posproducción: una estrategia que afina la sincronía sin sacrificar el aliento ni el rubato que se perderían con sonido puramente de localización. En cámara, la fotografía de Alice Millar encuadra la gramática performativa—las direcciones de mirada y los cortes cabalgan los finales de las frases—preservando la síncopa a nivel de frase que sostiene la tensión del libreto.
El reparto replica la edición comercial en New Focus Recordings: Nina Guo (soprano), Lukas Papenfusscline (tenor) y los barítonos Tyler Boque y Cailin Marcel Manson, con Laura Williamson (viola), Issei Herr (violonchelo), Greg Chudzik (contrabajo), Daniel Lippel (guitarra eléctrica), John Aylward (electrónica) y Stratis Minakakis como director musical. La documentación del sello y del cuadernillo confirma el personal artístico y los créditos de grabación.
Como registro sonoro, Oblivion se beneficia de una edición, mezcla y masterización que realzan el detalle transitorio—armónicos pulsados y ruidos del puente en la guitarra eléctrica, arranques del arco en las cuerdas graves—y de un rango dinámico que permite que los recitativos en susurro escalen hacia crescendo de conjunto sin saturación. El cuadernillo detalla las sesiones y el equipo de posproducción, subrayando un diseño sonoro concebido al milímetro más que una simple “captura” del directo.
Créditos y disponibilidad. Oblivion está producida por Ravenser Odd Productions, dirigida por Laine Rettmer con Alice Millar en la dirección de fotografía. La grabación comercial ha sido publicada por New Focus Recordings (catálogo FCR370) y cuenta con distribución digital. Fragmentos y material adicional pueden consultarse en la web oficial del compositor y en la página del sello.


