Pues sí, como estos americanos tienen dinero para todo, a alguien en la Universidad de Michigan se le ha ocurrido hacer un estudio que parece ser que demuestra que meterse entre cinco y doce gin-tonics al día (tócate el pie) equivale a dos horas de gimanasio (sí, al día). No sé cómo pero parece ser reduce el índice de masa corporal. Que sí, que sí, que el gin tonic contiene una cosa llamada resveratrol que te aumenta el ritmo cardíaco y así hace que pierdas peso. Así que, concluye el ‘estudio’ este… trincarse media docena de pelotazos al día es como estar una hora en el gimnasio así que… el doctor Martín asiente con el estudio y por una vez le da la razón a la ciencia.
¿Te sigues machacando en el gimnasio para perder peso? ¡Déjalo ya, hombre, no seas pringao! Si los de Michigan saben más que nosotros y para qué vamos a perder dos p. horas allí si podemos estar rascándonos las partes en casa mientras nos ponemos ciegos a gin-tonics.
Bueno, este estudio está muy bien pero hasta yo me pregunto: ¿doce gins al día no es una pasada? Joer, con eso terminas mal, ¿no? Pues tengo la experiencia y dado lo mal que terminamos la voy a contar porque ya me la pela. Conozco a una que se cepillaba unos cuantos al día y en fin… cómo perdía calorías la tía entre las broncas que se montaba y la energía que le daba el gin-tonic de las narices. Se iba poniendo roja y de mala leche… ¡y otro! ¡Y otro! ¡Venga! Total, que sí… que perdía calorías porque, efectivamente, la ciencia tiene razón y acelera el ritmo cardíaco y puedo atestiguarlo.
La ciencia, una vez más, nos da soluciones que hasta a los beodos nos parecen absurdas pero… ¡es ciencia!
Bueno, nada, a cuidarse y vamos a por el primer gin-tonic que aún me quedan once para completar el entrenamiento. Bebe con moderación y responsabilidad (doce gin-tonics, jooooer).