Telemedicina: el tratamiento médico nunca ha sido tan fácil

Telemedicina
Andrea Ramirez Andrea Ramirez

Tecnología y medicina a distancia: el futuro de la medicina ya está aquí.

El uso de herramientas de servicios a distancia para el tratamiento médico y los servicios de diagnóstico han transformado la práctica médica tradicional.

Hace décadas hubiera sido impensable participar en una consulta médica sin estar presente en la clínica. Eso ha cambiado por completo gracias a la telemedicina.

La telemedicina se refiere al uso de herramientas de telecomunicación para el tratamiento y cuidado a distancia de los pacientes, y esta rama de los nuevos tratamientos médicos depende en última instancia de los servicios inalámbricos.

¿Qué ventajas obtienen los pacientes que participan en la televigilancia?

La telemedicina ahorra tiempo y mejora la comunicación médico-paciente. Elimina la necesidad de que los pacientes acudan a clínicas u hospitales para su tratamiento o diagnóstico. A menudo, los pacientes pueden someterse a consultas médicas desde su propia casa.

Este concepto de comodidad se ha visto impulsado en gran medida por el cambio general a los servicios en línea provocado por la pandemia de Covid-19. Como resultado, la mayoría de las clínicas ofrecen servicios de telesalud como alternativa a una visita médica en persona.

¿Cómo afecta la monitorización remota de pacientes a las instituciones médicas?

La monitorización remota de los pacientes aumenta la comunicación médico-paciente, lo que puede reforzar la interconexión entre el personal del hospital o la clínica.

Por ejemplo, implantar una rama de teleradiología en un hospital puede resultar rentable y mejorar la calidad del servicio.

Tras adquirir las imágenes radiológicas de los pacientes, radiólogos de distintos hospitales pueden interpretarlas sin necesidad de que haya un radiólogo presente en el hospital de origen. Esto permitiría a radiólogos altamente cualificados formar parte del sistema y ofrecer su evaluación para cada paciente.

Además, se mejoraría el diagnóstico de los pacientes, ya que se permite la colaboración de médicos de distintos hospitales, obteniendo una segunda opinión al instante.

Para gestionar con éxito estos sistemas de monitorización remota de pacientes es necesaria la coordinación entre el personal del hospital y el de la clínica.

Este aumento de la coordinación y la comunicación necesarias para gestionar estos sistemas de monitorización a distancia ampliaría las oportunidades del hospital, lo que a menudo se traduce en un aumento de la calidad de los servicios.

Existen algunas dudas sobre la implantación de estos servicios en los hospitales. En concreto, giran en torno a los costes asociados a la propia implantación de las herramientas de telecomunicación y a la formación del personal.

Aunque estas implantaciones suelen tener un coste inicial, a largo plazo los servicios de telemedicina reducen los costes asociados al servicio y mantenimiento en el campus. Resulta rentable tanto para el paciente como para el médico.

Integrar los servicios de telemedicina significa participar en el campo del desarrollo tecnológico.

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