El 29 de marzo del 2017 se acitvó el Brexit, Theresa May cumplió con lo que se debía y activó los mecanismos para que se ponga en marcha el artículo 50 del Tratado de Lisboa
El Brexit ya está formalmente en marcha y aunque nadie se lo creyese al principio, ni el Primer Ministro (que luego dimitió como un auténtico caballero), desde hoy es una realidad y el divorcio entre la Unión Europea y el Reino Unido es una realidad. Nos queda también por ver qué pasa con Escocia, que ahora ya no parecen tan contentos.
Los panoramas son dos: podemos comprar en cincuenta supermercados y elegir las mejores ofertas o quedarnos en el del barrio y que la tienda (y el Gobierno) marque los precios porque así, dicen, la gente no se queda sin trabajo (el mismito argumento que emplea Trump). Eso parece ser el Brexit y eso parece haber impulsado al Reino Unido a separase de la UE que ahora se queda sin su buque insignia aunque no participase en el euro (en Londres los aceptaban, creo).
Ahora nos viene el efecto rebote, y a ver qué pasa porque no todos parecen contentos con Bruselas (que tampoco son unos santos, vale) y en los próximos años –me temo- surgirán nuevos movimientos anti-europeístas que dirán, no voy a mencionar a Le Pen (vaya, se me escapó), que mejor lo propio que lo europeo y mejor no compartir que así generaremos más riqueza (¿todo es cuestión de dinero?).
No, todo no es cuestión de dinero y hay dos temas que vamos a intentar tratar un tanto de soslayo. A nadie gusta que tomen las decisiones por ellos (Bruselas en vez de Londres, y es hasta normal que algunas decisiones no hayan gustado porque siempre van en el mismo sentido… y a Berlín no le va mal con ellas). Y la segunda es el asunto de la residencia que a los ingleses no les hace ninguna gracia (aunque hay también algunos residiendo fuera, que lo sepan). No todos están de acuerdo con esto de la libre circulación de personas entre ciudadanos de la UE (¿puedo decir que después de cierta fecha y lo dejamos ahí?) y…. que para acuerdos económicos ellos ya tienen la Commonwealth y siempre les ha ido bien.
Al menos, eso es lo que parece que piensan.
Desde mi punto de vista: una vuelta al pasado pero… entiendo que algunas decisiones de Bruselas no sienten nada bien.
Opinó, Martín Cid