Bueno, el artículo de ayer dio algunas visitillas (que de eso se trata, seamos sinceros) así que vamos a seguir en la línea tipo erótico-llorona.
Parece que no soy el único al que los meses estivales no le han sentado bien y los periódicos se están llenando de consejos para llevarte bien con él o ella. Sï, ha habido gente que se separa e incluso una marca holandesa ha sacado una casa ya preparada para dividirse en caso de divorcio (di que sí, eso hay que tenerlo claro desde el principio). Bueno, pues hoy una psicóloga –por poner a alguien, pero claro, hay que promocionar el libro, que siempre estás bien- nos da algunos consejillos en este artículo que está simpático.
Ah, antes de repasarlos se me olvidaba una cosa con respecto al de ayer. También decía que hay que estar la mar de contentos porque nos han dejado y decir chupi porque ahora se nos abre todo un mundo de posibilidades (ejem, eso será para usted). Bueno, vamos a lo otro.
Nos dice el artículo que tenemos que hablar con el otro, que tenemos como que decirle al otro u otra lo que queremos por la mañana porque eso de que el otro tenga que adivinar como que no mola y luego nos crea frustración. Es cierto, es cierto, pero créame que yo lo hacía y se lo recordaba por la mañana,, por la tarde, por la noche y a mediodía y además era todos los días lo mismo (sí, eso que pensáis) y… ¡se le olvidaba! Si es que esto de la memoria en los mamíferos es un tema misterioso y casi esotérico.
Otro consejo que nos da es no perder el respeto. Que si ves llorar al otro y no te importa un coj… que la cosa va mal. Cierto, cierto, pero tampoco hay que ser Kant para descubrirlo y francamente, hasta cuando veo llorar a un desconocido por la calle me acerco (si, a un hombre y me ha pasado). Hay que ser un poco monstruo para que no te importe (y también me ha pasado a la inversa) y me parece que ya no es que la relación flaquee como intuye la psicóloga, es que algo en esta sociedad va rematadamente mal y que el egoísmo está alcanzando cuotas verdaderamente espeluznantes. ¿Cómo no te va a dar pena si alguien llora? Joer, y encima dice que si llora por tu culpa. En fin, yo tampoco estoy ya tan disgustado y mi amigo Jack Daniel’s me ayuda a superarlo todas las noches (y mañanas) pero creo que nos deberíamos mirar este punto porque llegará un punto, no sé, en que cuatro partidos políticos vayan tan ‘a lo suyo’ que no puedan entenderse y haya que tener, no sé, unas terceras elecciones.
Otra cosa es el espacio, muy importante. Que hay que tener espacio para los dos, cada uno el suyo y que si vemos que la cosa va mal que cojas y te mudes tranquilamente. Sí, me parece perfecto cuando tienes dos casas en los Hamptons pero en Manhattan las cosas son como son y eso del espacio está más bien reducido y no sé, en otras ciudades como Madrid a lo mejor no todos tenemos el parné para mudarnos cuando nos sale de las narices así que la cosa termina mal. Eso sí, que yo estoy de acuerdo y que el día que pueda me compraré la casa de Lady Gaga y viviré contento y feliz con mis tres modelos brasileñas y todos tendremos nuestro espacio.
Luego habla de las infidelidades y de las tecnologías que parece que cada vez que hablan en uno de estos medios nos quieren morder. Dice que esto del móvil hace que conozcamos a gente y que si una cosa lleva a la otra y tal. Pues mira, no, estoy todo el día con el móvil e internet y vale que soy feo pero… no puse los cuernos y me dejaron igual de tiradete. Y ahora tampoco conozco a nadie y mis relaciones con mujeres se reducen a dos chicas muy simpáticas que le dan al like (creo que en español pone Me Gusta pero lo tengo en inglés) cuando publico estos artículos en Facebook. Que yo se lo agradezco, eh, pero que de ahí a montar una orgía… creo que aún me queda. No, no creo que esto de internet vaya a morder a nadie ni sea como Sodoma y Gomorra (ojalá pero no) y no sé yo el placer que se puede alcanzar con el móvil en modo vibrador pero la gente sigue quedando a tomar whiskys y gin tonics y el mundo sigue su curso.
Aunque algunos estemos solitos.
Ah, mi consejo personal y primario: si no te puedes pagar las dos casas en los Hamptons tienes un problema. Tómatelo en serio porque igual el que conozca mañana sí. Creo que me pillas.
Hoy tremos el tráiler de una película de ésas que me gustan a mí que promete bastante. Su nombre, Mean Girls (algo así como Chicas Malas… Grrrrrrr, el gruñido final es marca de la casa).