relatos

Silencio

Los vagones estaban abarrotados en su último viaje. El maquinista se sentó sosegado. La locomotora, consciente, aún apretaba los dientes. Apenas se desvió unos metros, las vías estrechas se perfilaron. Los empleados esperaban
La tempestad (Giorgione)

Aguas

Se desperezó, cansino. Casi se podían escuchar las aguas fluir, como en un remanso. La rana contemplaba la catedral. Toledo, enladrillada, añeja, con sus calles escasas, ya sólo, así, invitaban al recogimiento.
Narciso, de Caravaggio

La Máscara del Hermafrodita

I(El accidente) Como en un remanso, suave y cadencioso, la luna contemplaba su rostro.Las palabras, sordas, aún resuenan, seguras, ecos. Giró la segunda bocacalle, quedaba poco para llegar, apenas pudo verlo. Recordaba