- Ramón Barea toma como referencia la adaptación teatral de Ignacio del Moral para construir un montaje que mantiene intacta la esencia de la inolvidable novela y posterior película de Fernando Fernán Gómez
- La obra es una producción del Teatro Arriaga de Bilbao en coproducción con el teatro Fernán Gómez. Centro Cultural de la Villa
- Patxo Telleria, Mikel Losada, Ramón Barea, Itziar Lazkano, Irene Bau, Aiora Sedano, Diego Pérez y Adrián García de los Ojos forman el reparto
- La obra se incluye dentro de las actividades que el teatro va a realizar durante este año con motivo del centenario del actor, dramaturgo y cineasta del que lleva su nombre
El teatro Fernán Gómez. Centro Cultural de la Villa presenta el estreno en Madrid de El viaje a ninguna parte, una producción que ha realizado en coproducción con el Teatro Arriaga. Será el próximo 23 de septiembre en la Sala Guirau de este centro gestionado por el Área de Cultura, Turismo y Deporte del Ayuntamiento de Madrid.
Ramón Barea dirige El viaje a ninguna parte en adaptación teatral de Ignacio del Moral que mantiene intacta la esencia de la inolvidable novela y posterior película de Fernando Fernán Gómez. Ramón Barea, además de dirigir, es uno de los intérpretes de la obra, encarnando a Don Arturo, el que fuera primer actor y director de la compañía de cómicos que se representan en El viaje a ninguna parte. Su hijo en la ficción, Don Carlos Galván, es interpretado por Patxo Tellería y el nieto (Carlitos Galván) por Mikel Losada. Por supuesto, no pueden faltar personajes carismáticos como la prima de Don Arturo (Doña Julia Iniesta, interpretada por Itziar Lazkano), su hija Rosa del Valle (Aiora Sedano) o Juanita Plaza (Irene Bau). Y en varios papeles, dos actores de enorme versatilidad como Diego Pérez y Adrián García de los Ojos.
Este último, además, se ha encargado de la música del espectáculo, perfectamente alineada en cuanto a ambiente y estética con el escenario diseñado por Jose Ibarrola y el vestuario de Betitxe Saitua. La iluminación a cargo de David Alkorta y el trabajo de atrezzo de María Casanueva contribuyen con elegancia al conjunto.
El director ha construido una obra muy cuidada, que mantiene la esencia del original y el espíritu de su autor. Sin duda, quien la vea reconocerá la mirada, el sentido del humor y la socarronería tan característicos de Fernando Fernán Gómez, a quien el propio Barea tuvo el placer de conocer personalmente puesto que llegó a trabajar con él en la obra Vivir loco, morir cuerdo, donde Barea hacía de Quijote, bajo la dirección del propio Fernando Fernán Gómez. El viaje a ninguna parte nos habla de una forma de ejercer la profesión de cómico, en una compañía ambulante. En realidad, nos habla del oficio, vocacional donde los haya, pequeño micromundo de vida y resistencia. Es un homenaje a la profesión que perdura y se reinventa de siglo en siglo. Muere y renace. A pesar del cine, del cine sonoro, de la radio, de la televisión, de Internet… Por todo ello, El viaje a ninguna parte se ha convertido en una metáfora permanente de este arte del Teatro que renace en cada función, única e irrepetible.
Un viaje, a ninguna parte… pero apasionante
Como recuerda Ramón Barea, “está hecha la novela en que se basa la obra por un cómico, hijo de cómicos, criado entre cómicos, y sabe de qué habla, cómo habla, por qué habla. Tiene memoria. Tiene vida. Estas cosas solo se entienden si se viven, por eso lo mejor es que se vengan con nosotros, invitamos al espectador a este viaje. Un viaje en el que, aunque nosotros sigamos, ustedes se pueden apear cuando les plazca. Es solo teatro, aunque… tiene veneno, el teatro tiene veneno. ¡Vamos, que sale el autobús!”.
El viaje a ninguna parte es una producción del Teatro Arriaga de Bilbao en coproducción con el teatro Fernán Gómez. Centro Cultural de la Villa y se podrá ver hasta el 3 de octubre.
La obra está enmarcada dentro de las actividades que el teatro Fernán Gómez. Centro Cultural de la Villa realizará durante este año con motivo del centenario del actor.