Inteligencia Artificial: La historia del origen

Andrea Ramirez Andrea Ramirez

La Inteligencia Artificial (IA) está cambiando rápidamente nuestra forma de trabajar y vivir. Se trata del desarrollo de sistemas informáticos capaces de pensar y tomar decisiones como los humanos. La IA puede revolucionar sectores como la sanidad o las finanzas y transformar nuestra vida cotidiana. Desde los coches autónomos hasta los asistentes de voz, la IA ya está influyendo en nuestras vidas.

¿Qué es la IA?

La Inteligencia Artificial (IA) es el proceso por el que las máquinas simulan la inteligencia humana. Los sistemas de IA dependen de grandes conjuntos de datos que ingieren, procesan e identifican patrones para «predecir» estados futuros.

Este proceso implica alimentar las máquinas con datos de formación especializada para que puedan evaluar correctamente una situación y responder en consecuencia.

¿Por qué se creó la IA?

Antes de que se desarrollara la IA, cualquier tarea realizada era propensa al error humano y su velocidad de realización dependía exclusivamente de la capacidad humana.

La IA se creó principalmente para realizar tareas repetitivas y detalladas con un alto nivel de precisión y velocidad. Básicamente, se creó para garantizar que las tareas se completaran a una velocidad y con una precisión que pudieran superar las limitadas a las capacidades humanas.

¿Cómo funciona la IA?

La IA permite realizar tareas a una velocidad mucho mayor sin que se produzcan errores humanos.

El éxito de una máquina implementada con IA depende de su capacidad para aprender de la experiencia. Cuantas más veces una máquina complete la ingestión y el procesamiento de un conjunto de datos entrenados, mejor podrá entrenarse para «predecir» resultados con éxito.

Básicamente, la IA se basa en un algoritmo programado específicamente y lo engrana con el gran conjunto de datos entrenados. Esta combinación permite al software descifrar patrones en los datos y aprender tareas específicas.

De este modo, se ha hecho posible que las máquinas integradas en la IA completen con éxito la resolución de problemas.

Esta capacidad ha impulsado la popularidad y la dependencia del sistema.

¿Cómo mejora la IA nuestra vida cotidiana?

La posibilidad de que la IA imite el razonamiento humano y la resolución de problemas aumentó junto con el incremento de los conocimientos de formación. En las décadas transcurridas desde su desarrollo, la IA ha demostrado que puede combatir algunos retos relacionados con el mundo de la automatización.

La IA permite la automatización, y un enorme beneficio de ello es la mejora de la productividad. Esto se refiere a la capacidad de la IA para ejecutar tareas con un alto nivel de precisión. En la automatización, el nivel de precisión es alto gracias a la inteligencia añadida que otorga la IA.

Un ejemplo de este concepto sería cómo una calculadora puede realizar tareas numéricas complicadas y dar la respuesta con 9 decimales.

Si lo comparamos con el trabajo manual de un ser humano, éste no siempre es capaz de dar una respuesta precisa.

Este beneficio se ha observado a lo largo de varias décadas junto con su creciente desarrollo y uso. Sin duda, el nacimiento y desarrollo de la IA ha dejado un enorme impacto en la sociedad.

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