El criptojacking es la técnica para, mediante malware, usar el ordenador ajeno para obtener monedas como bitcoins, darkcoins y demás.
Muchas veces me han preguntado eso que de qué viven los hackers (sí, la gente siempre pensando en el dinero). Hoy vamos a hablar un poco de esto y de la técnica llama ‘criptojacking’ que consiste en infectar tu ordenar con un bichito (lo puedes llamar como quieras, usaremos el término ‘malware’ aunque si dices algún taco se te permite). Ese bichito es malo y usa tu ordenador, teléfono o frigorífico para lo que el creador del biuchito quiera. En esta ocasión: minería de criptomonedas (suelen ser bitcoins, las criptomonedas más populares).
Vamos a intentar explicar este tema para los profanos (y no es que sea un experto). Lo resumiremos lo mejor posible. Los bitcoins no son infinitos y fluctúan como en un sistema de bolsa que no para de moverse (nadie le da a la campanita al abrir la sesión, cachis). Estas criptomonedas se basan en dos principios: hay un máximo de 21 millones de monedas (así no se desestabiliza el mercado); las monedas disminuyes a la mitad cada 210.000 bloques de proceso (tecnología Blockcahin). Es decir (qué poco me gusta esa frase pero qué bien viene a veces): por trabajo realizado se generan nuevos bitcoins y los ‘mineros’ cobran en esta criptomoneda. Como no son infinitos, de ahí la segunda regla. ¿En qué consiste el trabajo de los mineros? Son complicadas operaciones matemáticas que mantienen el equilibrio del mercado, máquinas y máquinas haciendo cálculos remunerados alrededor del mundo y ganando dinero con ello.
Poner un sistema de ‘minería de bitcoins’ es relativamente fácil y hay cientos de p`rogramas que puedes instalar en tu computadora. ¿Te vas a hacer rico con esto? Es probable que no, porque por muy potente que sea tu máquina y tengas la mejor tarjeta gráfica del mercado (obviamente es broma, eso sólo vale para jugar), lo que te van a pagar no te llegará ni para pagar la luz que has invertido. Adiós al yate que ya te habías pensado en comprar, una lástima. Total, que la minería de bitcoins se hace con máquinas especializadas (muy potentes y preparadas para estos procesos) y en lugares donde el precio de la electricidad es muy bajo o hay una fuente que permita obtener electricidad a muy bajo coste (ejemplo: cerca de una catarata para obtener electricidad).
Pero claro, a alguno se le ocurre la idea de hacer un poco el ‘ratero’ e infectar ordenadores con este propósito. Las criptomonedas obtenidas se las llevan ellos y la luz la pagas tú así que el negocio es redondo para ellos. Lo que ganen a costa tuya, para su bolsillo.
Y ésta es más o menos la historia. Ya sabéis, cuando tengáis vuestra próxima cita y no queréis volver a verla, no olvidéis usar esta palabra tan sexy: criptojacking. Estas cosas son mano de Santo, no fallan. Ya os iremos enseñando más, pero cuidadito si os queréis hacer los interesantes, que de ahí a que se imaginen que vives en un sótano y tienes aficiones ‘raritas’ hay un paso. Cuidado con lo que se dice.
Espero que os haya gustado.