Leo en este artículo que Apple ha vendido menos unidades de las previstas y que qué mal, qué mal. Samsung, otro de los grandes fabricantes, ha metido la pata de lo lindo y eso de un caminando por la calle y tener un incendio en el bolsillo parece que no acababa de convencer del todo, todo a los usuarios. Y ahora yo me pregunto: ¿no será entonces que ya tenemos todos móvil y que más o menos se adapta a las necesidades de cada uno? Sí, ya sé que esto tiene su respuesta pero la dejaremos para un poco más adelante, no nos adelantemos.
El otro día comentaba los problemas que había tenido con un móvil de ésos de caja cerrada (vamos que cuando te quedas sin batería te quedas sin móvil) y que mucha batería de larga duración al principio pero luego… problema cuando la cosa deja ya de funcionar.
He de reconocer que los de Apple habían conseguido una cosa que siempre me pareció imposible: fidelizar a una marca y asociarla a una idea, pero poco a poco parece que esa idea murió con Steve Jobs y los locos que hacían cola para comprar el último iPad ya son cada día menos porque, y que me perdonen, las novedades de los aparatitos son cada vez menores y sí, es otro smartphone más, esta vez con una pequeña variación sobre el modelo anterior pero de las innovaciones que metía Steve Jobs presentación tras presentación, ni rastro.
https://www.martincid.com/2016/10/19/pixel-nuevo-telefono-google-caja-cerrada-nuevo/
Ya parece que lo hemos visto todo con los teléfonos y por mucha obsolescencia programada en la que se empeñen, estamos intentando que el teléfono nos dure al menos un par de años, que tampoco es tanto pedir, no sé.
Cuando salió el Windows, fue una revolución (que se pareciese tan sospechosamente a MacOS, sí, lo reconozco) y cada versión que nos llegaba de Windows prometía mejorar la anterior y darnos menos pantallazos azules (poco a poco se consiguió, sí, les ha llevado sus añitos). ¿Y ahora qué? Bill Gates se retira y deja su legado, pero la compañía opta (qué remedio) por diversificar y se pega el porrazo… pero no innova con su producto estrella, Windows. Total, que tampoco hay colas ya para comprar el nuevo Windows cada vez que sale (mira qué acordarme de eso, qué viejo soy).
Lo cierto es que las compañías, por mucho que se esfuerce el departamento de marketing, llevan ya varios años sin innovar y mirándose los galones así que no es de extrañar cifras menores de negocio.
Y lo de abajo no es algo nuevo, por mucho que Apple lo diga. Para mí, sigue siendo otro portátil.