Dada la información difundida y su protagonismo en las noticias, la gente es cada vez más consciente de su huella de carbono. La mayor conciencia de la inminente crisis climática exige cambios urgentes.
En los últimos años, el aumento de la concienciación se debe en parte a las cuestiones generales de salud y sostenibilidad planteadas durante la pandemia de COVID-19. Sea cual sea el motivo, cada vez son más las personas preocupadas por su impacto en el medio ambiente.
¿Qué significa exactamente «huella de carbono»?
Para entender qué es la huella de carbono, es importante saber cómo contribuyen nuestras acciones a las emisiones de gases de efecto invernadero. Las emisiones de gases de efecto invernadero son un conjunto de gases presentes en la atmósfera terrestre que mantienen la Tierra a una temperatura aceptablemente cálida para el desarrollo de la vida.
Sin embargo, el aumento de estas emisiones, la principal de las cuales es el dióxido de carbono, hace que cada vez quede más calor atrapado en la atmósfera terrestre. Esto calienta continuamente la superficie terrestre, lo que ha provocado efectos climáticos drásticos.
¿Cuáles son las formas en que las personas aumentan sus esfuerzos para reducir su huella de carbono? Cada vez que compras un artículo nuevo o participas en un transporte público o privado, contribuyes a un porcentaje de la emisión global de dióxido de carbono.
Esto se debe a que casi todo lo que se compra o consume se origina, de un modo u otro, a partir de algunos de los recursos de la Tierra. Algunos servicios clave, como los alimentos y el agua, el transporte y los residuos, contribuyen en gran medida a la cantidad total de producción de dióxido de carbono.
Si nos fijamos en los alimentos consumidos o comprados, las personas pueden reducir su huella de carbono eliminando o reduciendo la carne de su dieta y recurriendo a fuentes locales o a productos de temporada. La idea de reducir el consumo de carne también se ve impulsada por tendencias veganas y vegetarianas como #MeatlessMonday.
Utilizar el transporte público siempre que sea posible es una buena alternativa al coche, ya que conducir implica quemar combustibles fósiles en los motores de los automóviles. En cuanto a los residuos, es vital limitarlos, reutilizar los materiales cuando sea posible y aumentar los esfuerzos de reciclaje.
Los esfuerzos por reducir la huella de carbono y luchar contra el cambio climático también se orientan hacia las carreras profesionales: varios empleos en el campo de las energías renovables y la eficiencia energética están aumentando en demanda y relevancia.
Varias de estas carreras impulsadas incluyen tecnólogos de energías renovables y empleos relacionados con el diseño de plantas solares energéticas. En general, la sociedad busca alternativas energéticas.
Esperemos que esta concienciación general pueda conducir a mayores esfuerzos para llevar estilos de vida más sostenibles.