Un paseo por Talos I, la nave donde transcurre la acción de Prey

En Prey, en videojuego de ciencia ficción cuyo lanzamiento es este 5 de mayo, los alienígenas han escapado de su confinamiento y se han apoderado de la Talos I, nave donde transcurre la acción. La Talos I, un brillante testimonio de las ambiciones desenfrenadas de la humanidad, es mucho más que un mero escenario para Prey, también está repleta de secretos que desvelar y capas ocultas que sus desarrolladores explican en este artículo

En Prey, en videojuego de ciencia ficción cuyo lanzamiento es este 5 de mayo, los alienígenas han escapado de su confinamiento y se han apoderado de la Talos I, nave donde transcurre la acción. La Talos I, un brillante testimonio de las ambiciones desenfrenadas de la humanidad, es mucho más que un mero escenario para Prey. También está repleta de secretos que desvelar.

La historia de la estación espacial, que surge del planteamiento de Prey, es larga y fascinante. Todo comienza en 1958, cuando la Unión Soviética manda al espacio su satélite Vorona I, en órbita estable entre la Tierra y la Luna. Una extraña pérdida de la comunicación con el satélite impulsa a los rusos a mandar al mismo una expedición de astronautas que resuelvan el problema. Estos acaban encontrándose con una extraña forma de vida alienígena, que los aniquila rápidamente.

La Unión Soviética y los EEUU deciden unir fuerzas, y en el 63 Khruscev y Kennedy impulsan el Proyecto Kletka, dedicado a estudiar con detalle las criaturas alienígenas. Para ello, se construye una estación espacial en torno a los restos del Vorona I, que estará operativa hasta 1998, cuando una rotura accidental en la estructura de contención de los aliens mata a todos los habitantes de la estación. Todo queda congelado hasta 2030, cuando la Transtar, una corporación privada, reconstruye la estación orbital, y la rebautiza como Talos I. La magnífica estación, con una arquitectura que mezcla estilos de tres épocas diferentes, está nuevamente operativa, y aquí es donde comienza la aventura de Morgan Yu. Desde el grandioso vestíbulo, construido con materiales normalmente ajenos a una estación espacial, hasta su maquinaria industrial interna, la Talos I ofrece algo diferente al doblar cada esquina.

«Los camarotes son una de mis zonas favoritas», dice la productora jefe Susan Kath. «Me encantaría pasar allí la noche, dejando a un lado el hecho de que la estación está infestada de alienígenas. Querría visitar el Tulipán Dorado y pasar un rato allí, tomándome una copa y contemplando el espacio». Las comodidades de los camarotes contrastan radicalmente con la naturaleza utilitaria de los GUTS, que Manu Petit, diseñador visual jefe, describe como la parte más funcional de la estación espacial. «Se parece a una autopista que atravesase una ciudad», nos cuenta. «Este túnel se ramifica hasta alcanzar cada centro de la estación espacial y lo usaréis para entregar cargamentos, oxígeno o cosas parecidas. La navegación en gravedad cero también lo convierte en algo único».

Desde muy pronto, toda la estación se abre a los jugadores para que la exploren casi como quieran. «Lo llamamos juego de ‘estación espacial abierta», dice el diseñador jefe, Ricardo Bare. «Es un mundo contenido en sí mismo, con una gran riqueza de detalle, pero al final el jugador contará con los medios necesarios para acceder a toda la estación espacial». En el papel de Morgan Yu, los jugadores se pueden desplazar libremente por toda la Talos I, e incluso regresar a las zonas que hayan explorado con anterioridad, para encontrarse con grandes cambios que dependerán de cómo se desarrolle la historia o de las acciones que hayan realizado. Los jugadores incluso pueden salir de la estación espacial y volar a su alrededor en gravedad cero, sirviéndose del espacio exterior para desplazarse a una zona diferente o para descubrir secretos adicionales ocultos fuera de la Talos I.

Prey se estrenará en todo el mundo el viernes 5 de mayo de 2017 en Xbox One, PlayStation®4 y PC.

Consulte nuestros otros contenidos