Julian Assange es el hombre que está detrás de Wikileaks y ya todos sabemos lo que es… filtraciones del tipo Guantánamo y otras que han conmocionado al mundo y ahora anda en Londres encerrado en una embajada acusado de… violación (en fin, conozco literalmente a una chica que está enamorada de éste y la verdad, feo no es así que eso de andar violando… no me lo creo).
Este tipo, Julian Assange, es quizá el mayor héroe para la generación que ha crecido entre internet y teorías de conspiración (en la mía no había aunque teníamos ya la sospecha). Es la generación algo así como Mr Robot, que sueñan con hackear la NASA (no sé para qué, la verdad es que ésos sí son bien majos). Esta generación, que ya ha crecido con acceso a internet, vive en un mundo distinto, más desolado, muy alejado del American Way of Life en el que se tenían dos hijos y un coche. Hoy, gracias a tipos como Julian Assange el mundo es más oscuro, sí, pero también más real y nos damos cuenta que los tipos que mandan no siempre hacen las cosas por el bien de los ciudadanos.
Inciso: Hace años, cuando estaba casado y tenía una vida y un periódico y muchas falsas ilusiones… escribí un artículo en inglés sobre Julian Assange y a alguien, por una preposición ya se sabe como son estos ingleses con su lengua (a ver si alguna vez son capaces de aprender alguna más, por cierto, que yo sí), me dijeron que no era inglés y que me dedicase a escribir artículos en mi lengua materna. Pues bien, aquí estamos.
Hace diez años que Wikileaks llegó a nuestras vidas y nadie sabía nade de Anonymous ni de la Deep Web ni nada por el estilo. Hoy estamos conectados y quien más quien menos se ríe de un presidente turco que prohíbe el YouTube porque le hacen burla (cuando lo prohibió ya fue la burla universal, por cierto). Sí, no digo que Julian Assange haya hecho un mundo mejor, pero sí en cierto sentido nos ha ayudado a liberarnos de la mentira y de la hipocresía que nos rodeaba y que nos seguirá rodeando.
La última ha sido la de Clinton, sí… y tantas otras que vendrán pero… yo también creo que tenemos derecho a saber que estas iniciativas, estos asuntos como Wikileaks, nos ayudan a despertar del letargo. Desde aquí, le damos las gracias a hombres como Julian Assange.
Por cierto, pregunta cachonda: ¿le dejarán internet en la embajada o lo tendrá restringido?