La columnista Jo Powers es odiada en todo el país (ha habido un linchamiento en las redes sociales) y recibe un pastel de regalo (que se come, sí). Karin Parke (Kelly Macdonald) y Blue Colson (Faye Marsay), que viene de ciber-crímenes casualmente, son las nuevas compañeras encargadas de investigar el caso de la muerte de la columnista, que ha sido supuestamente degollada y su marido atacado en el estómago.
Para este último capítulo volvemos a Londres. Mientras, otro tipo polémico, un cantante llamado Tusk, muere de una manera similar tras un linchamiento similar y descubren algo relacionado con unas abejas-drones que podrían, finalmente, haber sido las causantes de las muertes.
Asistimos a una especie de ataque de las abejas asesinas versión 3.0.
Mucho más realista que el primer capítulo, en Hated in the Nation lleva el tema de las redes sociales y el hackeo hasta sus últimas consecuencias. Un digno final a la temporada, que nos sorprende otra vez. Y por cierto, dejadme añadir, nada nada americano.
Me ha encantado la temporada y mañana haré un resumen.