Este Metalhead nos lleva a un entorno apocalíptico en el que las máquinas de vigilancia han alcanzxado el siguiente nivel.
Un grupo entra a robar algo en un almacén y se encuentra con un moderno sistema de seguridad, bastante infalible y, como 007, con licencia para matar. Sólo la chica (Bella) sobrevive, perseguida por el curioso e implacable sistema de seguridad llamado ‘perro’ (se parece, sí, pero nos parece desafortunado el nombre).
Filmado en blaco y negro y en un entorno apocalíptico en el cambiamos totalmente la perspectiva (sí, a veces nos gustaría volver con la encantadora pareja del capítulo anterior) y en el que asistimos a una persecución entre la máquina y el hombre.
No es de esos capítulos que te haga conservar la fe en el futuro. Eso sí, parece que la propiedad privada está asegurada-.