‘Fiasco total: El verdadero Proyecto X’ de Netflix narra la fiesta de cumpleaños que se convirtió en disturbios

Fiasco total: El verdadero Proyecto X - Netflix
Martha O'Hara
Martha O'Hara
Redactora en MCM: arte, espectáculos, naturaleza y cine.

Se ha estrenado en Netflix un nuevo documental que ofrece una disección clínica de una fábula de la era digital que salió mal. Fiasco total: El verdadero Proyecto X, la última entrega de la serie antológica del servicio de streaming sobre desastres públicos, revive el incidente de 2012 en Haren, un pequeño pueblo holandés que se convirtió en el epicentro de unos disturbios alimentados por las redes sociales. Dirigida por Alex Wood, la película de 48 minutos investiga con sobriedad cómo la invitación a la fiesta de cumpleaños de una adolescente, amplificada por el creciente poder de Facebook y la influencia de una película de Hollywood, se convirtió en una noche de destrucción generalizada. El documental presenta los disturbios de Haren no como un suceso aislado, sino como un caso de estudio emblemático de la volátil intersección entre el espectáculo online y la realidad offline.

La chispa digital

La película rastrea meticulosamente la catástrofe hasta un único y aparentemente inofensivo error. Una adolescente holandesa, Merthe Weusthuis, creó un evento privado en Facebook para su decimosexto cumpleaños, con la intención de celebrarlo tranquilamente con sus amigos. Sin embargo, sin darse cuenta, dejó la configuración de privacidad del evento como pública, un descuido que permitió que cualquiera pudiera ver y compartir la invitación. La invitación digital escapó rápidamente a su control, convirtiéndose en una avalancha de atención en línea. El número de confirmaciones de asistencia se disparó, con 30.000 personas que finalmente confirmaron su asistencia de entre las más de 240.000 que vieron la publicación.

Incluso después de que una asustada Merthe cancelara el evento, la idea ya había cobrado vida propia. La fiesta ya no era suya. Usuarios anónimos, algunos de fuera de los Países Bajos, crearon páginas de eventos de imitación, rebautizando la reunión como «Project X Haren». Floreció una campaña promocional no autorizada, con una página web dedicada, cuentas de Twitter y tráileres de YouTube que intercalaban escenas de la película Proyecto X para aumentar la expectación. El documental presenta la primera entrevista con Weusthuis, que relata cómo se convirtió en el rostro involuntario de un fenómeno viral mientras se creaba y vendía merchandising con su imagen sin su consentimiento.

Fiasco total: El verdadero Proyecto X
Fiasco total: El verdadero Proyecto X

El modelo cinematográfico

El documental argumenta que los disturbios de Haren son inseparables de la influencia cultural de la película de 2012 Proyecto X. La película, inspirada a su vez en una fiesta real fuera de control en Australia, muestra una fiesta de cumpleaños de instituto que se convierte en una bacanal destructiva, idealizando el caos y presentando a sus protagonistas como leyendas con pocas consecuencias duraderas. Fiasco total: El verdadero Proyecto X demuestra cómo esta fantasía cinematográfica proporcionó un guion potente y peligroso para la realidad.

Los asistentes y los promotores en línea bautizaron explícitamente la reunión de Haren con el nombre de la película, estableciendo una clara expectativa de anarquía. Miles de personas llegaron al pequeño pueblo no solo para una fiesta, sino para recrear una fantasía de destrucción sin consecuencias. El documental analiza esto como un potente bucle de retroalimentación cultural: un acontecimiento real inspira una película, que a su vez inspira un acontecimiento real más caótico, que ahora se ha convertido en el tema de este documental, empaquetando el fenómeno para una nueva generación.

La noche del caos

Utilizando imágenes de archivo y testimonios de testigos presenciales, la película ofrece una reconstrucción momento a momento de los disturbios. En la noche prevista, entre 3.000 y 5.000 jóvenes descendieron sobre Haren, un pueblo con una población de poco menos de 19.000 habitantes. Las autoridades, que habían sido advertidas pero subestimaron la magnitud de la amenaza viral, habían acordonado la calle donde vivía Merthe; ella y su familia ya habían huido de su casa.

Según los testigos, el ambiente era inicialmente afable, pero al no haber una fiesta real a la que asistir, el humor se agrió. La multitud inquieta, impulsada por el alcohol, recurrió a la violencia. Empezaron a lanzar botellas, piedras, bicicletas e incluso macetas a la policía. Los desórdenes se extendieron al centro del pueblo, donde se vandalizaron y saquearon tiendas, incluido un supermercado local. Se incendiaron coches y se destruyó propiedad pública. La respuesta policial se intensificó, llegando a implicar a 500 agentes antidisturbios para dispersar a las multitudes. Las secuelas fueron crudas: al menos 30 heridos, 34 detenidos y daños estimados en más de un millón de euros.

Un ajuste de cuentas digital

En última instancia, Fiasco total: El verdadero Proyecto X presenta los disturbios de Haren como una advertencia sobre una era de ingenuidad digital e impreparación institucional. La película pone de relieve el fracaso de las autoridades locales para comprender la naturaleza de una amenaza viral, incluso después de consultar con la policía alemana sobre un incidente similar a menor escala en Hamburgo.

Sin embargo, el documental también explora la doble naturaleza de la tecnología que permitió el desastre. En los días posteriores a los disturbios, la misma plataforma de redes sociales se utilizó para la acción colectiva constructiva. Se creó un grupo de Facebook llamado «Project Clean-X Haren» para organizar voluntarios para las labores de limpieza, mientras que otro, «Suspect-X Haren», se utilizó para identificar a los alborotadores para la policía compartiendo fotos y vídeos. Esto añade un matiz, mostrando cómo las herramientas del caos también pueden utilizarse para la restauración cívica. La película concluye que el desastre no fue un único punto de fallo, sino una tormenta perfecta de tecnología, influencia mediática y comportamiento humano, una lección que sigue siendo profundamente relevante.

El documental, dirigido por Alex Wood, tiene una duración de 48 minutos y se estrenó en Netflix el 8 de julio de 2025.

Comparte este artículo
No hay comentarios

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *