La actuación de Jude Law y Jason Bateman como hermanos es la razón para ver el thriller de Netflix Black Rabbit

La poderosa química en pantalla del dúo eleva un thriller criminal convencional a un estudio fascinante sobre un vínculo fraternal destructivo y codependiente.

Black Rabbit
Veronica Loop
Veronica Loop
Veronica Loop es la directora jefe de MCM. Apasionada por el arte, la cultura y el entretenimiento.

La miniserie de ocho episodios Black Rabbit se ha estrenado en la plataforma de streaming Netflix, presentando un thriller criminal centrado en los personajes con el telón de fondo de la trepidante vida nocturna de Nueva York. La narrativa se centra en la volátil relación entre dos hermanos, Jake y Vince Friedken, interpretados por Jude Law y Jason Bateman, respectivamente. La serie funciona tanto como un drama familiar trepidante como un examen psicológico de un vínculo fraternal que es a la vez inquebrantable y profundamente destructivo. El conflicto central se establece cuando Jake Friedken, el carismático y aparentemente exitoso propietario de un moderno restaurante y salón VIP de Manhattan llamado ‘Black Rabbit’, ve cómo su mundo meticulosamente construido se sume en el caos por el inesperado regreso de su hermano mayor, Vince. Vince, retratado como una figura problemática y caótica, llega con una serie de peligros crecientes, incluyendo prestamistas y el resurgimiento de viejos traumas, que amenazan con desmantelar todo lo que Jake ha construido. La serie se basa en una idea original de los creadores Zach Baylin y Kate Susman, con Law y Bateman no solo como actores principales, sino también como productores ejecutivos, lo que indica una importante inversión creativa en el proyecto.

Una narrativa de enredo familiar y peligro urbano

La serie emplea una estructura narrativa no lineal para aumentar el suspense y profundizar su misterio central. La historia comienza in medias res con un violento atraco que se desarrolla en el establecimiento Black Rabbit, antes de que la diégesis retroceda un mes para trazar meticulosamente los enrevesados orígenes de la crisis. Este recurso narrativo establece inmediatamente el alto riesgo de la situación de los hermanos. El incidente que desencadena la trama es el regreso de Vince a Nueva York tras un turbulento período en Reno, una etapa que concluyó con él atropellando a un hombre que intentó robarle una colección de monedas raras que estaba vendiendo. Su reaparición en la vida de Jake se precipita por la desesperación financiera y las deudas con individuos peligrosos, una situación que enreda inexorablemente al más estable Jake en los peligrosos asuntos de su hermano. La trama sigue los intentos cada vez más desesperados de Jake por gestionar las consecuencias de la presencia de Vince, mientras navega simultáneamente por las presiones profesionales de elevar su restaurante para conseguir una estrella Michelin. La narrativa mantiene una atmósfera implacablemente tensa, caracterizada por una serie de crisis crecientes que empujan repetidamente a los hermanos al borde de la ruina, solo para ofrecer fugaces momentos de resolución antes de que surja la siguiente catástrofe. Sin embargo, se ha señalado que esta estructura se vuelve repetitiva, mientras que el guion ha sido descrito como una trama más convencional de «conseguir dinero rápido» que no reinventa su género. El análisis crítico ha señalado una narrativa que se vuelve enrevesada con numerosas subtramas, lo que lleva a una conclusión apresurada y a personajes secundarios poco desarrollados que carecen de mundo interior. Esto se ve agravado por diálogos que pueden resultar genéricos y expositivos. La narrativa está, por tanto, diseñada para subvertir las percepciones iniciales del público, revelando gradualmente la corrupción latente en el aparentemente exitoso Jake y la decencia residual en el ostensiblemente fracasado Vince, explorando cómo el éxito y el fracaso no son estados fijos, sino roles fluidos dentro de un sistema familiar profundamente entrelazado. El trasfondo sitúa a los hermanos Friedken como nativos de Nueva York de un entorno obrero de Coney Island que escaparon de un hogar caótico para alcanzar cierta fama durante el resurgimiento del rock de la era Y2K con su banda, también llamada The Black Rabbits. Esta historia compartida de trauma y éxito artístico forma la base psicológica de su compleja y codependiente relación. La yuxtaposición de su pasada colaboración creativa con su desesperación actual sirve como motor temático central, deconstruyendo sistemáticamente los arquetipos del «genio torturado» encarnado por Vince y el «ambicioso esforzado» personificado por Jake. La decisión de nombrar el restaurante como su antigua banda es un potente símbolo de un pasado del que no pueden escapar ni recuperar, convirtiendo el escenario principal en un monumento a su desarrollo truncado.

La díada central: dinámicas de personajes e interpretaciones

En el corazón de Black Rabbit se encuentra la compleja dinámica entre sus dos protagonistas, considerada ampliamente como la principal fortaleza de la serie, elevando los aspectos más convencionales de su guion. Jude Law interpreta a Jake Friedken como una figura segura y carismática, el rostro público de una empresa exitosa que se mueve por su mundo con soltura. Sin embargo, bajo esta pulida apariencia se esconde un hombre que está financieramente al límite y emocionalmente agotado, admitiendo que se aferra «con uñas y dientes». Su profunda, casi patológica, lealtad a Vince constituye su vulnerabilidad crítica. La actuación de Law explora los importantes defectos del personaje, adentrándose en una «sonrisa siniestra» que complica su retrato como un héroe asediado. Por otro lado, Jason Bateman encarna a Vince Friedken, el caótico y autodestructivo hermano mayor cuya vida está gobernada por adicciones al juego, el alcohol y las drogas. Bateman se sometió a una notable transformación física para el papel, dejándose el pelo largo y barba para proyectar una estética de «sinvergüenza» acorde con las circunstancias del personaje. Esta elección de casting representa un movimiento deliberado en contra de la imagen establecida de Bateman en pantalla, una decisión supuestamente inspirada por su tensa y menos vista actuación en el thriller político de 2009 La sombra del poder. La elección ha sido un punto de discusión crítica; algunos encuentran a Bateman poco convincente como un «tipo de baja calaña», argumentando que su característica energía sarcástica y «tensa» choca con la imprudencia que se pretende para el personaje. Otros interpretan esto como una capa más compleja, sugiriendo que Vince es un hombre inteligente y ansioso que interpreta la imprudencia, una elección que aprovecha la familiaridad del público con la personalidad del actor para subvertir el arquetipo y revelar un núcleo de «decencia maltrecha». La química en pantalla entre Law y Bateman es una de las principales fortalezas de la serie, representando una relación codependiente en la que se describe a Jake como «adicto a Vince». Los actores, a pesar de emplear diferentes métodos de preparación, desarrollaron una dinámica que Law describió como similar a «practicar un deporte», donde cada uno empujaba al otro para elevar sus respectivas actuaciones de manera colaborativa, en lugar de competitiva. La serie cuenta con un gran elenco de 18 actores confirmados que forman la órbita de los hermanos. Entre los papeles secundarios destacan el ganador del Oscar Troy Kotsur como Joe Mancuso, un corredor de apuestas local con conexiones criminales cuya actuación silenciosa se integra en la narrativa mediante el uso de la lengua de signos; su interpretación ha sido elogiada, aunque algunos críticos señalan que su personaje está infrautilizado. El reparto también incluye a Cleopatra Coleman como Estelle, una diseñadora de interiores de alto perfil; Amaka Okafor como Roxie, una ambiciosa chef; Ṣọpẹ́ Dìrísù como Wes, un renombrado músico y empresario; Abbey Lee como Anna, una formidable camarera; Odessa Young como Gen, una tatuadora del East Village; y Robin de Jesús como Tony, un talentoso chef que trabaja en el restaurante.

Visión de autor y factura de producción

La estética de la serie es el resultado de una estrategia de producción cuidadosamente seleccionada, empleando a múltiples directores para dirigir bloques de episodios. Jason Bateman dirige las dos primeras entregas, estableciendo el tono inicial de la serie, que se caracteriza por un estilo con toques pulp y un ritmo implacablemente tenso. Le sigue Laura Linney, en una reunión tras su trabajo en Ozark, quien dirige el tercer y cuarto episodio con un enfoque declarado en asegurar que la actuación y la dirección de fotografía permanecieran profundamente conectadas con el «territorio no dicho de la historia» dentro de los guiones. Ben Semanoff, conocido por su trabajo en Yellowjackets, dirige el quinto y sexto episodio. Los dos últimos episodios están dirigidos por Justin Kurzel, quien colaboró previamente con Jude Law en la película La orden. La dirección de Kurzel destaca por su intensidad centrada en los actores y por componer imágenes melancólicas al estilo de Michael Mann que llevan la historia a su clímax emocional. El distintivo lenguaje cinematográfico de la serie es un componente clave de su identidad. La dirección de fotografía, a cargo de Peter Konczal e Igor Martinovic, se ejecutó con el sistema de cámara Sony VENICE 2 con una relación de aspecto de 2.00:1, lo que contribuye a su calidad fílmica. El estilo visual hace una fuerte referencia a la estética de los cineastas Josh y Benny Safdie, empleando grano de película y fotografía con teleobjetivo para crear un efecto voyerista y telescópico que distancia al espectador de la acción en pantalla. Esta técnica también cumplió una función práctica, permitiendo a la producción capturar la energía auténtica de la ciudad de Nueva York al filmar en calles activas sin que el público se diera cuenta. La puesta en escena se apoya en el diseño de producción de Alex DiGerlando, cuyo trabajo anterior incluye True Detective. El diseño del restaurante Black Rabbit, una mezcla de «shabby chic y bohemio disoluto», sirve como una encarnación física de la tensión temática de la serie entre el glamour y la decadencia. El paisaje sonoro es igualmente crucial, con una banda sonora original compuesta por Danny Bensi y Saunder Jurriaans, quienes también compusieron la música de Ozark. Su música atmosférica se presenta en un álbum completo con títulos de pistas como «Toast and Bullets» y «No One Gets Away», aludiendo a los elementos criminales de la narrativa. El diseño de sonido también es de un alto calibre técnico, gestionando eficazmente el ruido ambiental de las desafiantes grabaciones en exteriores. La producción exhibe una síntesis creativa deliberada, fusionando la fórmula comercial probada del equipo creativo de Ozark de Bateman con la estética cruda y de autor del cine independiente de Nueva York. Este enfoque híbrido ha sido identificado como una tensión central, creando un desajuste entre su estilo visual y su imprecisión narrativa. Los críticos han señalado que, si bien parece una película de los hermanos Safdie, su trama se siente como Ozark, con una intensidad implacable mantenida a un nivel constante que puede aplanar el impacto de los eventos clave y contribuir a duraciones de episodio excesivas.

Desarrollo y contexto de la serie

La serie se originó como una idea de los creadores Zach Baylin y Kate Susman de Youngblood Pictures, quienes desarrollaron el concepto en colaboración con Jude Law mientras trabajaban con él en la película de 2024 La orden. Law, reconociendo la autenticidad del entorno neoyorquino que deseaban retratar, se unió al proyecto como productor ejecutivo a través de su compañía de producción, Riff Raff Entertainment. El proyecto estaba en desarrollo desde octubre de 2022, y el rodaje principal tuvo lugar en Nueva York de abril a septiembre de 2024 bajo el alias de producción «Gary the Dog». Black Rabbit marca el primer papel protagónico de Jason Bateman en televisión desde la conclusión de Ozark en 2022 y representa una continuación de su relación creativa con Netflix. Su participación fue fundamental, extendiéndose más allá de su actuación en pantalla a sus roles como productor ejecutivo a través de su compañía Aggregate Films y como director de los dos primeros episodios, que fueron instrumentales para establecer el tono de la serie. Antes de su lanzamiento global en streaming, la serie tuvo su estreno mundial en el Festival Internacional de Cine de Toronto, una decisión estratégica diseñada para generar atención crítica y posicionar la serie como una obra seria y cinematográfica.

Conclusión e información de lanzamiento

Black Rabbit emerge como un thriller criminal cuya recepción crítica se define por la fuerza de sus interpretaciones centrales y su ambiciosa factura de producción, que a menudo elevan un marco narrativo más convencional. Es, fundamentalmente, un estudio sobre la codependencia fraternal, ambientado en el volátil y glamuroso mundo de la élite nocturna de Nueva York. La serie se distingue por una producción que mezcla conscientemente las sensibilidades narrativas de la televisión de prestigio con la cruda estética visual del cine independiente contemporáneo. Sin embargo, esta ambición estilística crea una notable tensión con una estructura argumental que ha sido descrita como formulista e imprecisa. En última instancia, su éxito reside en el intenso y matizado examen de una volátil relación entre hermanos, llevada a la vida por Jude Law y Jason Bateman y capturada con una ejecución técnica que enfatiza la atmósfera y la tensión psicológica.

La miniserie de ocho episodios Black Rabbit se estrenó a nivel mundial en la plataforma Netflix el 18 de septiembre de 2025.

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