Una nueva docuserie no guionizada de Netflix, Falso amor y venganza, examina el mundo de las estafas románticas siguiendo a una conocida víctima de este delito mientras busca ayudar a otros a obtener justicia. La serie de seis episodios se centra en Cecilie Fjellhøy, quien ya apareció en el documental de 2022 El timador de Tinder. En esta nueva producción, Fjellhøy pasa de ser el sujeto de una estafa pasada a una participante activa en la confrontación de depredadores digitales. La narrativa sigue su colaboración con la investigadora privada Brianne Joseph mientras trabajan en nombre de personas que han sido explotadas financiera y emocionalmente por estafadores románticos.
La serie se construye en torno a la colaboración entre Fjellhøy y Joseph, una dinámica que combina la experiencia personal con la pericia profesional. La participación directa de Fjellhøy proporciona una base de empatía y una comprensión única de las experiencias de las víctimas, mientras que Joseph funciona como el brazo operativo y de inteligencia de su misión. Esta estructura va más allá del formato reflexivo y testimonial de su predecesora. En lugar de relatar eventos pasados, Falso amor y venganza adopta un enfoque de investigación activo y en tiempo real, centrándose en una misión para empoderar a las víctimas y asegurar una forma de retribución contra los perpetradores que a menudo operan con impunidad. La serie enmarca su objetivo como una ayuda para que las víctimas recuperen sus vidas, sus voces y su poder.

De víctima a justiciera: un nuevo enfoque narrativo
La docuserie se desarrolla a lo largo de seis episodios de 40 minutos en un formato no guionizado, documentando los esfuerzos del dúo por investigar casos activos. La narrativa sigue a Fjellhøy y Joseph mientras asisten a víctimas que no han podido encontrar una solución a través de los canales convencionales. El método narrativo es un híbrido que mezcla la meticulosidad de una investigación procesal con la alta tensión de un reality show. Cada caso implica un período de meticulosa preparación en línea que culmina en confrontaciones físicas directas y de alta tensión con los presuntos estafadores. Este enfoque proporciona un arco narrativo que se mueve desde el ámbito digital del delito al mundo real, con el objetivo de ofrecer un sentido tangible de rendición de cuentas.
Aunque el proceso de investigación y las confrontaciones proporcionan la estructura dramática de la serie, la narrativa permanece centrada en el coste humano del fraude romántico. La serie dedica un enfoque significativo a las historias de las víctimas, detallando la grave devastación emocional y financiera que han sufrido a través de poderosos testimonios personales. El objetivo final de cada investigación no es solo exponer al perpetrador, sino también facilitar un camino hacia la sanación y la recuperación para la persona que fue atacada, convirtiendo el viaje emocional en un componente central de la historia.
Detrás de las cámaras: el equipo creativo
La serie está dirigida por Max Shapira, un cineasta de documentales ganador de premios BAFTA y Broadcast. El trabajo de Shapira es conocido por hacer películas inteligentes y auténticas, y tiene una reputación por obtener interpretaciones atractivas y honestas de personas reales, al tiempo que crea imágenes impactantes y narrativas poderosas. Sus créditos anteriores incluyen documentales para importantes cadenas como Channel 4, la BBC y Netflix, incluyendo The Jury: Murder Trial y SAS: Quien se atreve, gana.
La producción está a cargo de Twenty Twenty Television, una compañía británica con una larga trayectoria en programación no guionizada. Como filial de Warner Bros. Television Productions UK, Twenty Twenty tiene una cartera diversa que incluye tanto series populares de entretenimiento factual como First Dates hasta periodismo de investigación serio para programas como Dispatches de Channel 4. Esta doble experiencia, tanto en la narración con resonancia emocional como en la investigación rigurosa, capacita a la compañía para gestionar las demandas únicas de la serie: presentar testimonios sensibles de víctimas con integridad periodística y, al mismo tiempo, capturar los elementos dramáticos y de confrontación de las investigaciones. El equipo de producción también incluye a Chris McLaughlin como showrunner y a Ruth Kelly como productora ejecutiva, con James O’Reilly como director creativo.
En el punto de mira: un crimen global
Falso amor y venganza presenta el fraude romántico como un problema global en aumento. Los creadores de la serie lo describen como un «crimen verdaderamente moderno que está explotando en Estados Unidos y en todo el mundo», destacando la asombrosa escala del fraude y el grave coste emocional y financiero que tiene para las víctimas. El programa tiene como objetivo ilustrar la magnitud de este tipo de fraude y exponer los métodos utilizados por lo que denomina «depredadores digitales». Al hacerlo, funciona como una plataforma para la defensa de las víctimas. La participación de Fjellhøy se enmarca como una misión para utilizar el reconocimiento público de su propia experiencia para apoyar a una comunidad más amplia de víctimas.
La serie opera en un espacio a menudo vacío dejado por las fuerzas del orden tradicionales, que pueden estar mal equipadas para manejar delitos digitales complejos y a menudo transnacionales. La narrativa se centra explícitamente en casos en los que las víctimas no han podido encontrar ayuda a través de los sistemas establecidos, posicionando las acciones de Fjellhøy y Joseph como una forma de justicia paralela. Al investigar casos, confrontar a los perpetradores y hacer que rindan cuentas ante la cámara, la serie proporciona una resolución para sus protagonistas que de otro modo no habría sido posible. Este enfoque ofrece una narrativa de justicia en un ámbito donde la rendición de cuentas oficial es frecuentemente esquiva, buscando que los perpetradores que se han salido con la suya durante demasiado tiempo rindan cuentas. La serie tiene una calificación para mayores de edad y está disponible en Netflix a partir del 5 de septiembre de 2025.

