La segunda temporada de Con amor, Meghan, la serie estadounidense de estilo de vida presentada por Meghan, duquesa de Sussex, se ha estrenado en la plataforma global de streaming Netflix. Apenas unos meses después del debut inicial de la serie, esta nueva entrega se basa en la fórmula establecida por su predecesora, continuando la mezcla de segmentos instructivos con anécdotas personales. El programa, que se filmó de manera consecutiva con su primera temporada, mantiene su enfoque temático en la cocina, la jardinería, el entretenimiento y la amistad, afianzando aún más su posición dentro del competitivo mercado de los estilos de vida de celebridades. Como presentadora y productora ejecutiva, Meghan continúa guiando la serie con una filosofía que prioriza «la naturalidad sobre la perfección» en la creación de un cuidado mundo doméstico.
La serie sigue filmándose en una finca alquilada en Montecito, California, una elección deliberada que mantiene un límite entre la pulcra estética de la producción y la residencia privada de los Sussex. Este entorno controlado permite el lenguaje visual consistente de «lujo discreto» que definió la primera temporada, aunque el uso de una propiedad de alquiler ha sido señalado por los críticos como algo «ligeramente falso» para un formato «en casa con». El contenido aspiracional del programa se refuerza en la segunda temporada con actividades que amplían los temas de la creatividad doméstica, como la creación de collares con flores prensadas en resina UV y la pintura de delantales infantiles usando limas como sellos. La serie funciona como un pilar de contenido clave para la marca de estilo de vida asociada de la presentadora, As Ever, con lanzamientos de nuevos productos programados para coincidir con el estreno de la temporada.
Marco de producción y dirección estética
La producción sigue siendo un esfuerzo de colaboración entre Archewell Productions y The Intellectual Property Corporation (IPC), una subsidiaria de Sony Pictures Television. El liderazgo creativo también es consistente, con el director Michael Steed, conocido por su trabajo en Anthony Bourdain: Parts Unknown, y la showrunner Leah Hariton, de Selena + Chef, retomando sus roles. Esta continuidad en el equipo de producción asegura una estética y un enfoque narrativo cohesivos en ambas temporadas. La decisión de filmar los 16 episodios de forma consecutiva indica un significativo compromiso estratégico y financiero inicial por parte de la plataforma, permitiendo un arco de dos temporadas completamente desarrollado, independientemente del rendimiento de audiencia de los episodios iniciales.
El estilo visual se mantiene luminoso y meticulosamente compuesto, enfatizando la luz natural y los escenarios cuidadosamente diseñados. El extenso equipo de producción ejecutiva, que incluye a Meghan, Chanel Pysnik, Aaron Saidman, Eli Holzman y Leah Hariton, señala un continuo y alto nivel de supervisión creativa. La estética de la serie, una presentación cuidadosamente gestionada de autenticidad, continúa navegando la tensión entre su retrato de un mundo cándido y personal y el claro artificio de una producción televisiva de alta gama.
Estructura de los episodios y contenido temático
La segunda temporada profundiza el compromiso de la serie con el contenido culinario y artesanal. Mientras que la primera temporada introdujo a los espectadores en actividades como la preparación de cestas para invitados y la planificación de una fiesta de té para niños, los nuevos episodios presentan recetas y proyectos más complejos. Las demostraciones incluyen la preparación de tartas de cebolla caramelizada, filetes de falda, s’mores caseros y una espectacular paella de marisco. El formato de cada episodio, que varía entre 28 y 41 minutos, se mantiene constante, combinando estas demostraciones prácticas con conversaciones con un invitado. Sin embargo, algunos críticos han señalado que las recetas a veces solo se explican a medias, sugiriendo que el propósito del programa es menos la instrucción directa y más la inspiración estética. La narrativa general continúa enmarcando estas artes domésticas como una «búsqueda de la alegría», enfatizando el proceso y la realización personal por encima del logro de un producto final impecable. Una observación recurrente entre los críticos es que la serie tiene más éxito cuando la presentadora se posiciona como una alumna que aprende junto a la audiencia, particularmente cuando es instruida por chefs expertos.
Selección de invitados y colaboraciones estratégicas
La lista de invitados para la segunda temporada refleja una alineación estratégica más pronunciada con el ecosistema de Netflix. Los nuevos episodios cuentan con varias personalidades que también tienen sus propios programas en la plataforma, como Tan France de Queer Eye y Samin Nosrat de Sal, Grasa, Ácido, Calor. Esto crea un efecto sinérgico, aprovechando las audiencias establecidas de los invitados mientras se refuerza el elenco de talentos de la plataforma. Otros invitados notables incluyen a la modelo Chrissy Teigen, con quien Meghan trabajó en el concurso Deal or No Deal (versión estadounidense), y los reconocidos chefs David Chang, Christina Tosi, Clare Smyth y José Andrés.
Una decisión editorial significativa en la segunda temporada es el marcado cambio en el papel del príncipe Harry. Tras un breve cameo en la primera temporada, está físicamente ausente en los nuevos episodios, apareciendo solo en fotografías y como tema de anécdotas compartidas por la presentadora, como la historia de quién dijo «te quiero» primero en su relación. Este giro narrativo sirve para centrar a la duquesa de Sussex como una figura creativa y comercial independiente, un paso crucial para establecer la identidad distintiva de su marca personal.
Rendimiento en el mercado y análisis de la crítica
El rendimiento comercial de Con amor, Meghan tras su lanzamiento inicial presentó una doble narrativa. La serie debutó con fuerza, entrando en el Top 10 global de Netflix y alcanzando el Top 10 en docenas de países, acumulando 12.6 millones de horas vistas en su primera semana. Si bien su clasificación general entre todas las producciones de Netflix disminuyó significativamente a mediados de año —cayendo al puesto 383 con 5.3 millones de vistas—, el programa encontró una audiencia duradera dentro de su género específico, convirtiéndose en el programa culinario más visto de la plataforma lanzado durante ese período.
Este éxito de nicho contrasta con la recepción mayoritariamente negativa de la crítica profesional de la primera temporada, una tendencia que ha continuado con la segunda. La serie tiene un índice de aprobación del 36% en el agregador de reseñas Rotten Tomatoes. Los críticos han descrito frecuentemente el programa como «dolorosamente artificial» y «forzadamente caprichoso», citando una percibida falta de autenticidad. Un tema central en la crítica es que el estilo de vida presentado es inalcanzable, y algunos críticos sugieren que el programa puede hacer que los espectadores se sientan «inadecuados». Un contingente más pequeño de críticos, sin embargo, ha ofrecido valoraciones positivas, elogiando las cualidades aspiracionales del programa como un formato de evasión «inofensivo y relajante». La decisión de la plataforma de continuar con una segunda temporada, a pesar del consenso de la crítica, subraya una estrategia centrada en servir a segmentos demográficos dedicados en lugar de buscar la aclamación universal.
Contexto comercial y trayectoria futura
Con amor, Meghan fue producida bajo la asociación comercial de varios años entre Archewell Productions y Netflix, un acuerdo inicialmente valorado en unos 100 millones de dólares. Ese acuerdo ha evolucionado desde entonces. El acuerdo inicial de producción a gran escala ha sido reemplazado por un acuerdo de «primera opción» de varios años, una práctica estándar en la industria donde la productora presenta proyectos a la plataforma de streaming, que retiene el derecho de tanteo. Esta estructura revisada mitiga el riesgo financiero para la plataforma y vincula la financiación más directamente a la viabilidad de los proyectos individuales.
La serie está intrínsecamente ligada a la marca de estilo de vida de la duquesa de Sussex, As Ever, de la cual Netflix es socio. El programa sirve como el principal vehículo de marketing de contenidos para la marca, con lanzamientos de productos, como una nueva mermelada de naranja, estratégicamente programados para coincidir con el lanzamiento de la nueva temporada. Aunque no se ha anunciado una tercera temporada de la serie, se ha confirmado que la franquicia continuará. Netflix ha anunciado la producción de un episodio especial de Navidad, With Love, Meghan: Holiday Celebration, que se estrenará a finales de este año. Esta decisión indica una inversión continuada, aunque más selectiva, en la propiedad.
La primera temporada de Con amor, Meghan se estrenó el 4 de marzo de 2025. La segunda temporada se ha estrenado hoy, 26 de agosto de 2025. El especial de Navidad está programado para su lanzamiento en Netflix en diciembre de 2025.

