Good Times es una serie de animación escrita por Ranada Shepard y Carl Jones.
“Good Times” era un sitcom de los años 70 protagonizada por una familia afroamericana. Netflix ha decidido rejuvenecer a los Evans y traerlos de vuelta, esta vez en forma de animación y con situaciones muy, muy distintas: un humor moderno, muy al estilo Family Dad y con situaciones muy divertidas.
Tiene mucha gracia, tanto a nivel de animación como en los chistes. Una serie de animación para adultos que, sin embargo, se parece tal vez demasiado a otras series de animación para adultos. Con un claro espíritu de parodia.
Argumento
Los Evans son una familia normal… o no, porque tienen un bebé traficante de drogas, una madre obsesionada con la religión y la comunidad y un padre taxista que es un desastre. Además, dos hijos adolescentes hacen de esta familia de 5 un verdero desastre de 5.
Sobre la serie
Con gracia, con mucha gracia en los chistes, pero apenas sin más que ofrecer que unas bromas que, tras varios capítulos, cansan un poco. El mejor es el bebé, que tiene una banda de traficantes y se pelea con otras bandas de bebés por el barrio en plan muy macarra. Buen comienzo, pero se queda en eso, y “Good Times” no termina de ofrecer una historia más allá de las bromas subidas de tono que, por otro lado, ya las hemos visto por todos lados.
Sí, Los Simpsons han evolucionado, que eran una parodia de Los Picapiedra y, tras ellos, vino Family Dad y todos sus derivados que, sin inventar absolutamente nada, eran graciosos. A “Good Times” le pasa un poco lo mismo, que resulta graciosa durante los primeros capítulos, pero luego ese interés se evapora por su falta de argumentos a la hora de mantener la atención, quedándose en otra serie más de animación para adultos que repite los aciertos de las anteriores.
Eso sí, tiene gracia como parodia y son de esas series en las que te preguntas: ¿pero cómo pueden haber dicho eso en una serie de televisión? Estas series, al menos, sirven para mostrarnos que un mundo más allá de la censura anónima es posible, y que, allá fuera, hay gente que aún tiene sentido del humor y que sabe reírse de absolutamente todo, por desafortunada que sea la situación.
En este sentido, una serie refrescante y desternillante que nos hará olvidar que hay alguien ahí fuera para recordarnos lo que hemos hecho mal, porque hay miles de personas que, como nosotros, son un auténtico desastre también.
Que la disfrutéis, en todo su encantador desmadre.