Mi reno de peluche es una nueva serie de comedia británica protagonizada por Richard Gadd y Jessica Gunning.
Hoy llega a Netflix, “Mi reno de peluche”, una divertida comedia que, en un tono distinto y combinando realismo, surrealismo, amargura y optimismo, convierte eso de las atracciones fatales y el acoso en algo divertido a la vez que dramático.
Ricard Gadd está al frente de todo: es el creador, guionista y protagonista. Así que ya sabes a quién echarle la culpa si os gusta… o si no.
Consigue todo lo que quiere, lo hace con estilo y, finalmente, “Mi reno de peluche” resulta muy entretenida capítulo a capítulo.
Argumento
Un hombre que quiere convertirse en humorista trabaja en un pub como camarero. Empieza a recibir visitas de una mujer que, al principio, le parece poco atractiva, pero que por una u otra circunstancia, comienza a ganárselo con su naturalidad y afecto. Resulta que, poco a poco, la mujer comienza a acosarle de maneras más que evidentes.
Sobre la serie
Muy divertida, pero con un humor distinto y con un toque muy realista. “Mi reno de peluche” es una comedia que se ríe de las desgracias y de la propia realidad de ver los sueños fracasar, una comedia llena de realismo y amargura, pero también una comedia sobre la alegría que, en el fondo, subyace en el el fondo de la tristeza de la vida diaria.
Con todos sus aires de comedia, “Mi reno de peluche” tampoco termina de ser una comedia del todo ni rendirse a contarnos un chiste tras otro, porque posee un argumento elaborado y una buena estructura en forma de thriller realista. Además, tiene una buena producción y, sin ser una serie de alto presupuesto, logra meternos en ambiente gracias a buenos decorados, sí, pero sobre todo gracias a una buena iluminación a una buena puesta en escena.
Tiene también la serie mucho de amargura, también de entretenimiento, porque “Mi reno de peluche” es una serie que cuenta muchas, muchísimas cosas, de una manera pausada y que es, a la vez, un thriller, una comedia y una historia amarga.
Nuestra opinión
Una serie muy valorable en la que Richard Gadd consigue todo lo que quiere: plantear una historia compleja con personajes que ni son bufones ni son trágicos.
Una comedia o un thriller que, sin ser ni comedia ni thriller, logra ser amarga, divertida, triste a veces y muy alegre.
Una combinación extraña que nos ha parecido muy apreciable.