Orson Welles dirigió Ciudadano Kane (Citizen Kane) en 1941. Está protagonizada por Orson Welles y Joseph Cotten.
Ciudadano Kane es una de esas películas que marcaron la Historia del Cine por lo que tiene de melancólica y por los ríos de tinta que la cinta (que no era para tanto) hizo correr por motivos que os explicaremos a continuación aunque me resulte demasiado evidente explicarlos otra vez.
Argumento
La vida del magnate de la prensa Charles Foster Kane, basada en la figura del W.R. Hearst.
La Historia con Hearst
Durante muchos años fue considerada la mejor película de la Historia del Cine más por otras cosas que por sus méritos, que son brutales también. Eso sí: ni siquiera es la mejor película de su director, pero le salió bordada la jugada con eso del plan de márketing.
La película nace después de que ya Welles la “armase” con la emisión de La Guerra de Los Mundos (una invasión de extraterrestres que el público se “tragó”). Ya se la sabía y decidió apostar a lo grande: tocar las narices en toda regla al famoso empresario de la prensa William Randolph Hearst. Como no se quedaba contento con hacerle una biografía más o menos aparente y fictica en el fondo, le metió una anécdota que pocos conocían y esos pocos iban con otros pocos (que de aquellas eran muchos) que le daban más de la cuenta a la bebida y se les iban de lengua las cosas: Rosebud era el nombre con el que el magnate (real) conocía a las partes más interiores de su chica (oye, que si queréis yo lo aclaro). Así que con esa palabrita, que puso al principio de la película para tenerle cabreado durante el resto de la filmación, ya tenía suficiente: había tocado las partes de ahí abajo a todo el mundo y eso era lo que en el fondo le gustaba (venga, y nos gusta a todos un poco): provocar.
La jugada le salió bien y mal, porque lo que era una película fenomenal se convirtió en un desastre de taquilla (al final no lo fue, pero pasaron demasiados años para compensar el gasto incial) porque… vaya, vaya, el señor Hearst era el dueño (también) de las distribuidoras, productoras… esas cosas (vamos, que como si yo me meto con Google, a ver qué me pasa).
A partir de ahí, todo un desastre (o algo así) en la carrera de este director americano.
Crítica a Ciudadano Kane
Lo mismo que le gustaba provocar a los medios, le gustaba provocar para los entendidos: decía que no tenía ni idea de cine (parece mentira) y le sale esto de lo que se echa todo el mérito.
Ahora se va a estrenar una peli en Netflix de David Fincher llamada Mank que habla del coguionista, Herman Mankiewicz.
La peli a nivel de planos es fantástica y no estábamos acostumbrados a ver una historia contada a trozos, a modo de las reseñas de un periódico. Hace en todo momento “lo que no debe” y como debía pasar desapercibido el chico pues dijo que “no me da la gana” y la protagonizó, se llevó todo el mérito… y también todos los tortazos.
(Si os gustan los directores y demás, me dedico ahora a ponerlos a todos, así como para pasar el rato en confinamiento. Os dejo a Bergman (es un link, sí), que no tiene nada que ver, pero… me salió de ahí).
Una fotografía muy de cine negro, una narrativa atrevida y descarada hasta la médula que sorprendió a todos porque hacía lo que le daba la gana para lucirse primero el director y luego los espectadores ávidos de persecuciones pues… que se vayan con los productores a cenar.
Nos gusta mucho la forma de contar la película. Welles venía del teatro pero hace una película muy moderna: no es actuación sólo, la cosa va de tiros de cámaras imposibles buscando en todo momento lo que él llamaba buscar la esencia del cine en cada plano (todo muy barroco a lo Dreyer de las primeras épocas).
Nuestra Opinión
Tiene más gancho por las anécdotas del rodaje que por ser la mejor película de la Historia, que es totalmente exagerado. Es magnífica, sí, pero en el fondo es una añoranza y un aplauso al niño caprichoso que, en el fondo todos llevamos dentro.
De todas maneras, yo me quedo con “la coña” de lo de Rosebud, que por eso sí merecen la pena las cinco estrellas que le vamos a dar: ¡con dos narices!
Dirección
George Orson Welles (6 de mayo de 1915 – 10 de octubre de 1985), más conocido como Orson Welles, fue un director de cine, actor, director de teatro, guionista y productor estadounidense que trabajó extensamente en cine, teatro, televisión y radio. Conocido por sus innovadoras producciones dramáticas, así como por su voz y personalidad inconfundibles, Welles es considerado uno de los artistas dramáticos más consumados del siglo XX, especialmente por sus importantes e influyentes primeros trabajos, a pesar de su polémica relación con Hollywood. Su característico estilo de dirección se caracterizaba por formas narrativas no lineales y estratificadas, usos innovadores de la iluminación como el claroscuro, ángulos de cámara únicos, técnicas de sonido tomadas de la radio, planos de enfoque profundo y tomas largas. La larga carrera cinematográfica de Welles se caracteriza por su lucha por el control artístico frente a la presión de los estudios. Muchas de sus películas fueron fuertemente editadas y otras quedaron inéditas. Ha sido elogiado como una gran fuerza creativa y como «el autor definitivo».
Reparto
Orson Welles / Charles Foster Kane | Joseph Cotten / Jedediah Leland |
Dorothy Comingore / Susan Alexander Kane | Ray Collins / Jim W. Gettys |
George Coulouris
Agnes Moorehead
Paul Stewart
Ruth Warrick
Erskine Sanford
William Alland