‘Simulant’ (2023). Crítica de la Película

Simulant es un thriller de ciencia ficción dirigido por April Mullen protagonizado por Robbie Amell, Jordana Brewster, Simu Liu y Sam Worthington.

Es un mundo lleno de miseria, gobernado por la tecnología en la que los seres humanos cuentan poco, porque la Inteligencia Artificial lo controla todo.

No, no es neorrealismo italiano. Durante al menos los próximos seis meses, es ciencia ficción.

No de la mejor.

Crítica de la película

Simulant
Simulant (2023)

El problema de los sueños es que, a veces, se hacen realidad, y las ficciones que Aldous Huxley y George Orwell (o incluso Philip K. Dick) imaginaron empiezan a hacerse ciertas con el advenimiento de la IA y Simulant no es si no otra más del millar que están por venir.

Ni es desastrosa ni es buena, pero el gérmen que le da vida no tiene una formulación apoteósica ni nada que no leamos hoy todos los días en los periódicos ni el desarrollo de la historia es lo suficientemente brutal ni la estética es un Blade Runner.

La idea está bien y, sin hacer spoilers, nos plantea el problema (cuasi-filosófico) sobre la conciencia de las máquinas. Llevamos ya más de medio siglo escuchando sobre ello, no nos sorprende y, si lo hace, es hora de informarse un poco.

Simulant se deja ver, lentamente, se presenta como el thriller que en el fondo no es y se desarrolla casi como un drama psicológico para, en sus instantes finales, retomar la energía que perdió en su desarrollo.

Entretiene, pero no logra el fin de apabullar con ideas nuevas.

Bien en lo técnico pero, sin ser un blockbuster, tampoco consigue crear un universo maravilloso que nos deje con la boca abierta.

Para ser ciencia-ficción (o neorrealismo en seis meses, como prefieran) no deja la huella que debería ni se deja a sí misma ambicionar en ideas y pretensiones que debería abordar.

Una cinta que nos deja con el sinsabor de no saber aportar nada nuevo.

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