La quimera (2023) – Crítica de la película: poética, sincera, visceral y ambigua

La quimera es una película dirigida por Alice Rohrwacher y protagonizada por Josh O’Connor. Con Carol Duarte, Vincenzo Nemolato e Isabella Rossellini.

La quimera
La quimera

“La quimera” es una de esas películas que, desde el comienzo, son especiales y se dejan querer por ello: es excéntrica, poética y todo un tributo al cine italiano y la propia Italia y a su historia.

Es un argumento que, en su simpleza, resulta complicado: una pandilla de ladrones de antigüedades y tumbas. Mientras, nuestro protagonista busca a su “quimera”, ese algo que está dentro, eso que queremos hacer, eso que buscamos sin saber que buscamos y eso que, en la búsqueda, nos convierte en humanos.

Avisamos: ha recorrido media Europa y parte de Norteamérica conquistando halagos por su poesía y lirismo y su directora es ya todo un fenómeno entre los nuevos directores.
Y es que Alice Rohrwacher es ya toda una estrella del cine europeo de los últimos años.

Sobre la película

Os puede enamorar, como le ha pasado a muchos, o puede que sea una de esas películas que están encaminadas a gustar tan sólo al público de los festivales, dejando al gran público un poco con la boca abierta y con cara de “esto de qué va”. Sí, “La quimera” es una de esas películas italianas que tiene todo el gusto de aquel maravilloso cine de los años 50 o 60, con aquel Fellini a la cabeza o, de otra manera bien distinta, el mismo Rossellini.

Por cierto, aquí aparece su famosísima hija, Isabella.

Es una obra sobre la Historia, sobre la arqueología y, sobre todo, sobre la mitología y la poesía, una película que hace de lo mundano una oda a lo divino y convierte esta divinidad casi en una comedia. Sin embargo, no es una película de grandes diálogos ni pretenciosa ni ampulosa en su cinematografía: cuenta algo muy poético de una manera cercana, muchas veces desde la cámara en mano y sin buscar lo artificioso de los planos complejos en una poética que busca más la naturalidad que lo ampuloso.

“La quimera” tiene, sobre todo, la excelente cualidad de ser especial sin ser rebuscada ni forzada ni barroca. Una historia sobre el tiempo, la civilización y los sueños que, reales o quiméricos, se desmoronan y se construyen un poco a cada paso que dan los protagonistas de esta obra que, os advertimos, os puede enamorar o disgustar en toda su sinceridad poética, visceral y única.

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