«Gladiator II» es una película dirigida por Ridley Scott y protagonizada por Paul Mescal, Denzel Washington, Connie Nielsen y Pedro Pascal.
Ridley Scott rodó en los años 70 y 80 un par de películas («Alien» y «Blade Runner») de ésas que pasarían, sin duda, a la Historia del Cine. El director era un maestro y, como tal, tenía derecho a hacer lo que quisiera. Tras dos décadas con algunos títulos más o menos certeros o no, en el año 2000 le llegó el turno a Gladiator, que le devolvió el favor de la crítica, de la Academia de Hollywood y del públicod.
Todo un exitazo para una película que, a día de hoy y nos guste más o menos, es ya un clásico de Hollywood porque, entre otras cosas, fue algo así como el último eco de aquel Hollywood más clásico que, además, revitalizaba el género de las películas sobre Roma.
Una película cerrada que, aparentemente, no podía tener continuación.
Hasta que Ridley Scott se empeñó: debía haber una segunda parte con el hijo de Máximo X.
Sobre la película
Gladiator II retoma la historia de Maximus con su hijo, que termina casi de la misma manera y en similares circunstancias obligado a luchar, como su padre, en el circo de Roma. Nadie ha olvidado a Marco Aurelio, y ahora Roma está gobernada por los emperadores Geta y Caracalla, dos despiadados y sanguinarios seres.
La primera pregunta es evidente: ¿está a la altura de la primera película? Gladiator II vive a la sombra del éxito de la primera, pretendiendo recuperar el éxito, a toda consta, forzándose exactamente con los mismos argumentos y, sobre todo, con el mismo esquema narrativo, casi idéntico que la primera.
Pero Paul Mescal no consigue el éxito de Russell Crowe y, sobre todo, ni los actores Joseph Quinn ni Fred Hechinger están a la altura de Joaquin Phoenix. Sí, las comparaciones son odiosas para todos pero, en esta ocasión, eran más que inevitables. Para paliar esto, tenemos, eso sí, a un soberbio Denzel Washington, que es el malo malísimo de la película y, como el enorme actor que es, aporta su carisma a una película que, sin él, habría sido mucho peor.
Pero es una historia casi repetida, con el mismo número de escenas de lucha, el mismo esquema y que, en el fondo, busca más repetir el éxito que contar una nueva historia de manera diferente. Y el primer Gladiator, con todas sus imperfecciones, ya era bastante apoteósica como para pretender igualar aquella épica.
Varía, eso sí, en algo, es más espectacular y violenta en las escenas y, debido a la evolución del CGI, la película tiene efectos y luchas aún mejores. En lo técnico no se le puede achacar nada, y ni siquiera en la actuación de sus protagonistas, pero sí a nivel de guion, que se escribe en todo momento y parece forzado en todo momento a darnos exactamente los mismos momentos épicos que en la primera.
Nuestra opinión
«Gladiator II» es una película que en todo momento vive de los éxitos de la primera, sin renovar su discurso ni aportar nada nuevo salvo Denzel Washington.
Finalmente, parece una repetición que, aunque con mejores efectos que la primera entrega, resulta algo gastada porque, veinte años después, nadie veía una repetición de esa película imperfecta pero maravillosamente épica que fue Gladiator.