En el MIT List Visual Arts Center, “Flare-Up” de Goldin+Senneby convierte la inmunidad en un prisma para leer ecología y poder

La primera exposición individual de museo en Estados Unidos del dúo con sede en Estocolmo traduce la experiencia vivida de la esclerosis múltiple en materiales, relatos y crítica institucional.

Exhibition view: Goldin+Senneby: Flare-Up, Accelerator, Stockholm University, 2025. Photo: Jean-Baptiste Béranger
Lisbeth Thalberg
Lisbeth Thalberg
Periodista y artista (fotógrafa). Editora de la sección de arte en MCM.

El MIT List Visual Arts Center presenta Goldin+Senneby: Flare-Up, una exposición de investigación que entrelaza enfermedad, biotecnología y economía política, y sitúa esas cuestiones en el corredor biofarmacéutico que rodea al museo. Desarrollada a partir de un proyecto iniciado en Accelerator, el espacio de arte contemporáneo de la Universidad de Estocolmo, la versión del List Center reúne instalaciones de gran formato, reconstrucciones enmarcadas y obras textuales para examinar cómo las metáforas de la inmunidad moldean cuerpos, bosques y mercados. La muestra entiende la inmunidad no solo como un concepto médico, sino como un marco que organiza la vida ecológica y económica.

La enfermedad como estructura; la resina como método

La exposición parte del contacto directo de los artistas con la esclerosis múltiple (EM) y con un lenguaje médico que concibe el sistema inmunitario como un ejército —“hiperactivo”, “autoinmune”, “defensivo”—. Lejos de asumir esos tópicos sin más, Goldin+Senneby los materializan y ponen en cuestión a través de la resina de pino, ese exudado pegajoso con el que el árbol sella sus heridas. La resina aparece aquí como sustancia, símbolo y combustible especulativo, y permite pensar en paralelo cuerpos humanos y no humanos. Al emplear la resina como metáfora y como material, los artistas conectan la vulnerabilidad personal con cuestiones más amplias de gestión medioambiental.

Otra línea del proyecto aborda pinos modificados genéticamente para sobreproducir resina con fines energéticos, alineando la retórica de la fortificación inmunitaria con la extracción industrial y el riesgo ambiental. La misma lógica que pretende reforzar un cuerpo puede convertirse en receta para la explotación de recursos.

Doble narrativa: ficción y clínica

Una colaboración con la novelista Katie Kitamura, comisionada y editada por Triple Canopy, introduce una narración trenzada que refleja la doble atención de la muestra al organismo y al individuo. Los extractos impresos, disponibles en un cuadernillo para llevar, se despliegan en dos frentes: uno sigue a un pino cuya respuesta inmune se ha disparado; el otro acompaña a un hombre que atraviesa tratamientos mientras su identidad se adelgaza y deshilacha. Las dos tramas ponen a prueba cómo la metáfora migra del discurso médico a la vida cotidiana y determina lo que los cuerpos deben soportar.

Goldin+Senneby, Crying Pine, 2025. Devitalized pine (pTerp-UK2) mod sealed in pine resin with backlight. Installation view: Accelerator, Stockholm University, 2025. Photo: Jean-Baptiste Béranger
Goldin+Senneby, Crying Pine, 2025. Devitalized pine (pTerp-UK2) mod sealed in pine resin with backlight. Installation view: Accelerator, Stockholm University, 2025. Photo: Jean-Baptiste Béranger

Obras que escenifican contención, fuga y riesgo

Entre las piezas vertebrales, Resin Pond transforma la sala en una superficie ámbar, lisa y poco profunda, que bloquea silenciosamente el paso directo. El público bordea el perímetro y se encuentra con su propio reflejo en un material asociado a sellar cortes y a conservar fósiles en suspensión. La contención formal de la obra entra en tensión con las implicaciones indómitas del exceso, un eco de la paradoja inmunitaria: un mecanismo que protege y que, a la vez, puede desbordar. La instalación convierte el movimiento en un argumento sobre umbrales, protección y desborde.

En Crying Pine, los artistas presentan un pino loblolly modificado para sobreproducir resina, un rasgo vinculado a la investigación en combustibles renovables. El ejemplar —exhibido de manera controlada bajo permisos regulatorios— aparece encapsulado y retroiluminado, un objeto de laboratorio a la vez luminoso y precario. El árbol se percibe como un ser engullido por sus propias defensas hiperfuncionales, correlato vivo de los brotes autoinmunes. Lo que aparenta ser fortificación, visto de cerca, revela una condición de tensión y exposición.

Reencuadrar paisajes y protesta

Con After Landscape, Goldin+Senneby miran al propio aparato museístico. La serie reescenifica acciones de protesta históricas dirigidas a pinturas de paisaje, pero lo hace a través de “marcos climáticos”, las cajas selladas que utilizan los departamentos de conservación para estabilizar temperatura y humedad y, cada vez más, para disuadir intervenciones. Reconstruidos como marcos vacíos, estos objetos colapsan representación y protección: el marco es a la vez borde literal de la imagen y emblema de las prioridades institucionales que determinan qué se preserva y cómo. Al canalizar los gestos activistas a través de la tecnología de conservación, la obra replantea el paisaje como un sistema gestionado y no como una vista neutral.

Farmacología, devoción y el reverso de las pinturas

La serie Swallowimage invierte lienzos históricos que representan muerte, enfermedad y cuidado, y expone la tela en crudo que suele permanecer oculta. Sobre esas superficies, los artistas introducen el hongo inmunosupresor Isaria sinclairii, asociado durante siglos a tónicos de longevidad y más tarde implicado en el desarrollo de terapias modernas para la EM. El título remite a las Schluckbildchen —pequeñas imágenes devocionales que se ingerían como medicina popular—, enlazando la farmacología contemporánea con prácticas antiguas en las que imagen e ingestión se entrelazaban. Al situar un organismo activo en el dorso, la serie sugiere que creencia, ritual y bioquímica siguen operando desde los márgenes del plano pictórico.

Imagen, métricas y mercado

Un ensayo desarrollado con Triple Canopy vertebra textualmente el proyecto y analiza cómo las imágenes biomédicas circulan como evidencia y como moneda. Se detiene en la prominencia de las “manchas blancas” de la resonancia magnética en la investigación sobre EM —lesiones fáciles de contar y visualizar— y en cómo esos efectos cuantificables pueden convertirse en referencia de valor terapéutico. Cuando la visibilidad se convierte en medida principal, las prioridades clínicas tienden hacia lo que es fácil de cuantificar y no necesariamente hacia lo que más afecta a la vida diaria. La cuestión no es dirimir la eficacia, sino mostrar cómo las formas de ver condicionan qué cuenta como cuidado.

Cuerpos como datos; cumplimiento como performance

La exposición retoma, además, el interés de Goldin+Senneby por trabajo y finanzas mediante dispositivos pequeños y casi traviesos. Las Lego Pedometer Cheating Machines —artilugios domésticos que hacen vibrar suavemente un teléfono para inflar el conteo de pasos— evidencian la gamificación del “bienestar”. A medida que los programas de salud incentivan o exigen datos de actividad, estos dispositivos hacen visible la labor performativa del cumplimiento: tiempo, movimiento y espacio doméstico puestos a producir cifras que satisfacen un criterio externo. El humor es sobrio, pero la afirmación es nítida: cuando las métricas se vuelven mandatos, los cuerpos se optimizan para alimentar paneles de control.

Contexto curatorial e intercambio institucional

Para el List Center, la conservadora jefe Natalie Bell sitúa Flare-Up como una investigación sobre las infraestructuras jurídicas y económicas que canalizan la vida clínica y ecológica. La ubicación del museo —junto a laboratorios, firmas de capital riesgo y oficinas farmacéuticas— refuerza la idea de que la investigación artística debe convivir con la científica: no como ilustración, sino como banco de pruebas para sus metáforas e incentivos. El proyecto es, además, una colaboración transinstitucional: originalmente comisariado por Richard Julin en Accelerator, llega al MIT en una versión ampliada y atenta al lugar, organizada en el List por Bell con el asistente curatorial Zach Ngin. El tránsito entre una galería universitaria en Estocolmo y un museo universitario en Cambridge refleja el movimiento de la exposición entre clínica, bosque y mercado.

Lo que “Flare-Up” propone

En su conjunto, Flare-Up formula una proposición clara: la inmunidad no es solo un concepto médico, sino también político y ecológico. La resina que sella una herida puede cosecharse como combustible. El marco que protege una imagen puede neutralizar un mensaje. La imagen que acredita un diagnóstico puede anclar una cadena de valor. Al escenificar estos entrelazamientos con un tono analítico y sobrio, la obra muestra cómo la protección deriva en extracción, la visibilidad en monetización y el cuidado en control.

La contención formal de la exposición forma parte de su argumento. En lugar de proclamar conclusiones, compone un campo de relaciones: un estanque que no se puede cruzar; un árbol que exuda en exceso; un marco que protege cercando; una pintura que “cura” desde el reverso; un ensayo que sigue a las imágenes en su tránsito del laboratorio al mercado. En cada caso, el trabajo invita a reconocer los sistemas —técnicos, legales y económicos— que definen qué es una herida, una cura, un paisaje o una métrica, y a pensar cómo esas definiciones circulan entre cuerpos e instituciones.

Goldin+Senneby, Swallowimage (verso man in cave with skull, 19th century), 2025 and Swallowimage (verso man in ecstasy with skull, 17th century), 2025. Isaria sinclairii and oil on canvas, dimensions variable. Photo: Jean-Baptiste Béranger
Goldin+Senneby, Swallowimage (verso man in cave with skull, 19th century), 2025 and Swallowimage (verso man in ecstasy with skull, 17th century), 2025. Isaria sinclairii and oil on canvas, dimensions variable. Photo: Jean-Baptiste Béranger

Datos de la exposición
Goldin+Senneby: Flare-Up
Fechas de la exposición: 24 de octubre de 2025 – 15 de marzo de 2026.
Lugar: Hayden Gallery, MIT List Visual Arts Center, 20 Ames Street, Bldg. E15-109, Cambridge, Massachusetts 02139.

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