La ONU Activa el Protocolo de Seguridad Planetaria ante Posible Impacto de Asteroide

04 febrero 2025 4:32 PM EST
Artist's impression of the asteroid 2024 YR4 (ESA-Science Office)
Artist's impression of the asteroid 2024 YR4 (ESA-Science Office)

En un acontecimiento sin precedentes, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha activado por primera vez el Protocolo de Seguridad Planetaria. Esta medida se ha tomado en respuesta al descubrimiento del asteroide 2024 YR4, que presenta una pequeña pero significativa probabilidad de impactar contra la Tierra.

El asteroide en cuestión, detectado por el telescopio del Sistema de Última Alerta de Impacto Terrestre de Asteroides (ATLAS) en Chile, ha captado la atención de la comunidad científica internacional. Con un tamaño estimado entre 40 y 100 metros de diámetro, 2024 YR4 ha sido clasificado en el nivel 3 de la Escala de Peligro de Impacto de Turín, que va del 1 al 10.

La activación del protocolo se produce cuando la probabilidad de impacto supera el 1%. En este caso, los cálculos más recientes indican una probabilidad del 1,5% de que el asteroide colisione con nuestro planeta. Aunque esta cifra pueda parecer baja, es lo suficientemente significativa como para movilizar a la comunidad científica global.

Como parte de las medidas adoptadas, se han activado dos grupos de reacción respaldados por la ONU: la Red Internacional de Alerta de Asteroides (IAWN), presidida por la NASA, y el Grupo Asesor de Planificación de Misiones Espaciales (SMPAG), liderado por la Agencia Espacial Europea (ESA). Estos equipos están coordinando esfuerzos para monitorear de cerca la trayectoria del asteroide y evaluar posibles estrategias de mitigación.

Juan Luis Cano, coordinador de la Oficina de Defensa Planetaria de la NASA, ha enfatizado la importancia de mantener la calma. «No hay que preocuparse, pero como observadores de asteroides, tratamos de poner todos los medios para mitigar cualquier posible riesgo», declaró Cano. La comunidad científica está trabajando arduamente para refinar los cálculos y determinar con mayor precisión la trayectoria del asteroide.

La órbita de 2024 YR4 presenta desafíos únicos para los astrónomos. Su trayectoria alargada y excéntrica alrededor del Sol dificulta la determinación precisa de su órbita. Actualmente, el asteroide se está alejando de la Tierra en una trayectoria casi recta, lo que complica aún más los cálculos basados en la curvatura de su trayectoria.

Entre las posibles áreas de impacto, si llegara a ocurrir, se encuentran el este del océano Pacífico oriental, el océano Atlántico, el norte de América del Sur, África o el sur de Asia. Sin embargo, los expertos subrayan que existe un 98,5% de probabilidades de que el asteroide pase de manera segura cerca de nuestro planeta sin colisionar.

La comunidad científica está considerando varias opciones para abordar esta potencial amenaza. Si se determina que el asteroide mide menos de 50 metros, la estrategia podría centrarse en la evacuación de la zona de impacto potencial. Por otro lado, si el tamaño es mayor, se podrían considerar misiones espaciales para alterar su trayectoria.

Es importante destacar que la tecnología para desviar asteroides ya ha sido probada con éxito. En 2022, la misión DART de la NASA demostró la viabilidad de cambiar la trayectoria de un asteroide mediante el impacto de una nave espacial robótica. Esta experiencia proporciona una valiosa herramienta en el arsenal de defensa planetaria.

La activación de este protocolo marca un hito en la historia de la defensa planetaria y demuestra la creciente capacidad de la humanidad para detectar y responder a potenciales amenazas cósmicas. Aunque la probabilidad de impacto es baja, este evento subraya la importancia de la vigilancia constante y la cooperación internacional en la protección de nuestro planeta.

A medida que avancen las observaciones y los cálculos, la comunidad científica continuará actualizando sus evaluaciones. El asteroide 2024 YR4 dejará de ser visible a partir de abril y no volverá a las inmediaciones de la Tierra hasta 2028, lo que brinda tiempo adicional para refinar las estrategias de observación y mitigación.

La fecha clave que los científicos están observando es el 22 de diciembre de 2032, el día del posible impacto si llegara a ocurrir. Sin embargo, es crucial recordar que la gran mayoría de los asteroides que inicialmente se consideran potencialmente peligrosos acaban siendo descartados como amenazas reales tras observaciones adicionales.

Este evento sirve como un recordatorio de la importancia de la investigación espacial y la necesidad de mantener y mejorar nuestras capacidades de detección y respuesta ante objetos cercanos a la Tierra. La activación del Protocolo de Seguridad Planetaria no es motivo de alarma, sino una demostración de la proactividad y preparación de la comunidad científica internacional para proteger nuestro planeta.

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