«Mufasa: El rey león» es una película de animación dirigida por Barry Jenkins y escrita por Jeff Nathanson.
El estudio Disney fue el primero y durante más de cien años lleva sorprendiendo, año, tras año, al público. Tiene sus detractores, también es cierto, pero a nivel de producción, sigue siendo la número uno. Cada vez que aparece una película de Disney, es un acontecimiento, y no lo es menos esta «Mufasa: El rey león», una precuela de «The Lion King» que nos trae una gran novedad: se trata de animación, sí, pero esta vez animación foto realística.
Una película con un doble interés: la historia que nos cuenta y, además, observar anonadados el espectáculo visual que nos plantea. En «Mufasa: El rey león», el CGI es la estrella absoluta e indiscutible y se gana nuestro aplauso, simplemente, por el espectáculo que nos ofrece a nivel visual.
Sobre la película
«Mufasa: El rey león» tiene sus detractores y los va a tener, pero esos detractores hablarán más con el corazón y con el recuerdo de la primera película (la original, la de 1994). «Mufasa: El rey león» es una precuela de la segunda película, la del 2019, el remake del clásico de animación original.
No, «Mufasa: El rey león» no pretende hacer olvidar a la película de animación y tampoco se obstina en mejorar su historia shakeperiana: aquí tenemos la historia de Mufasa y sus nuevos amigos, una historia de amistad, ternura, valentía… puede que sea mucho menos épica que la primera (la de 1994), puede que no sorprenda como la primera, pero «Mufasa: El rey león» es, a nivel visual, una producción de lujo al más puro estilo Disney: esas películas creadas para ver en pantalla grande que plantea un espectáculo visual tan poderoso que merece la pena perderse en cada uno de sus fotogramas.
Disney apuesta, esta vez, más por maravillarnos a nivel visual que por encan dilarnos con su historia: juega a recordar la primera película y a sus personajes, la ambientación y a jugar con todo el cariño que ya les tenemos a los personajes. Eso sí, aporta una historia de amor, un nuevo malvado aunque, en lo argumental, no destaca para nada.
Eso sí, es una de esas películas que, absolutamente, hay que ver, porque a nivel visual es una verdadera maravilla lo que se es capaz de hacer hoy en día con esto del CGI y la animación foto-realista.
Visualmente, impactante. En lo argumental, no tanto.