El Séptimo Sello (1957), de Ingmar Bergman

El Séptimo Sello (Det sjunde inseglet) está protagonizada por Max von Sydow, Gunnar Björnstrand y Nils Poppe

Es quizá la película que más recordamos del director sueco Ingmar Bergman, sobre todo en algunos países debido a su potente iconografía religiosa y a sus imágenes.

Argumento

Un caballero medieval recibe una curiosa visita: La Muerte que viene a llevársele. Le propone jugar una partida de ajedrez: si pierde, irá con La Muerte y si gana salvará la vida.

El Séptimo Sello (1957)

La Película

Una peli profundamente bella de las que ya no se hacen. Eran otros tiempos dados más a la reflexión filosófica que los de ahora, aunque nos viene perfectamente a colación con eso del coronavirus y esta locura generalizada por la Peste Negra de nuestros días.

Aquí nos lleva con unos actores (profesión recurrente en las pelis del director sueco) y con dos de sus iconos masculinos más conocidos, Max von Sydow y Gunnar Björnstrand para llevarnos al mundo medieval en el que el miedo a morir lo presidía todo y decirnos desde 1957 a través del tiempo: el miedo a la muerte ha estado ahí siempre, y el ser humano es tan vulgar que sólo puede correr o reírse. Muchos eligen correr, sólo uno reírse y jugar la partida de ajedrez.

La peli destaca por sus imágenes, a pesar de ser una película con muchos diálogos (como todas las de Bergman), con encuadres estáticos y, evidentemente y como siempre, una cinta que destaca por las interpretaciones de sus protagonistas siempre al servicio del afamado director.

Es de las pelis de Bergman que más directamente nos habla, con una franqueza única: es la muerte y no tengo que disimularlo, apenas hay sonido y nadie llora al verla, sería todo demasiado fácil y es en este sentido en el que destaca el sueco: brindándonos un mundo oculto desde la aparente simplicidad que nos lleva, casi siempre, a lo grotesco.

Una peli con muchos, muchísimos contrastes y una de sus pelis menos sutiles: hablan de filosofía casi directamente (nos faltan por ahí Kierkegaard para ilustrarnos, estaría ocupado “ligando”) y plantea una comedia dentro de un drama que está dentro de una película que reflexiona sobre la manera (muy teatral) de hacer cine. Juega a los equívocos de quien sabe lo que hace y no considera idiota al espectador: le da un argumento claro para luego “timarle” con otra cosa: una obra llena de contenido que no te dejará mal cuerpo, pero tampoco te dará muchas ganas de ir a cumplir con tus supuestas obligaciones: estamos aquí lo que estamos, aprovechemos el tiempo en, precisamente, perderlo.

El Séptimo Sello (1957)

Nuestra Opinión

Es profunda y misteriosa y juega al equívoco. Un cine inteligente que lamentablemente ya no se hace: una obra eterna de otro tiempo que nos viene a decir de parte de un tipo importante que, en el fondo, somos tan importantes como presindibles.

Con coronavirus o con peste negra, con bici o sin ella.

Ficha Técnica y Reseña

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